Cuando se habla del futuro, como un campo de estudio, para que un grupo o una sociedad completa construya su propio futuro; mucha gente cree que son adivinadores, tratan de suponer lo que sucederá en ese futuro que es totalmente alejado de la realidad.
El estudio del futuro es visualizar las tendencias que son indicadores de hacia donde van los pensamientos y las acciones en una sociedad para tener una efectiva continuidad. Es leer esas tendencias por medio de instrumentos especiales que han sido probados por años y han demostrado su efectividad.
En Guatemala, desde hace algunos años, se ve en todos los medios de comunicación y entre la ciudadanía en general, un mayor interés por el tema de la educación y la necesidad de su renovación. Eso significa que hay tendencias muy fuertes sobre la necesidad de que personas, educadores pensantes, opinen abiertamente sobre la educación y los diferentes aspectos, que sólo educadores pueden saber porque son profesionales estudiosos de la materia. Sin embargo, hay otro aspecto y es la política educativa de una nación. En ese aspecto hay que tener educadores que también entiendan de la política participativa. Como muestra de lo que digo, en las últimas semanas se han realizado una serie de foros acerca del tema de la educación. Uno, el «Encuentro Nacional de Investigación Educativa: Historia de la Educación en Guatemala», en la Universidad Rafael Landívar. Si no se conoce la historia educativa de una nación, no se puede hablar de una Política Educativa para el futuro, sin cometer una serie de errores por segunda o tercera vez.
Luego el de «Perspectivas», que reunió cinco expertos en educación para debatir sobre los cambios que permitirán mejorar la enseñanza nacional y la necesidad de impulsar una reforma educativa acorde a los Acuerdos de Paz firmados hace diez años. La Comisión Consultiva para la Reforma Educativa ha tenido varios eventos donde se ha informado lo que se ha hecho en el último año acerca de impulsar una mejora en la educación en Guatemala.
La Comisión Permanente de la Reforma Educativa, presentó el «Retrato de la injusticia: El sistema educativo en una sociedad racista y discriminadora» indicando que el acceso a la educación para los pueblos indígenas, es sin calidad y sin pertenencia, no digamos la asistencia limitada de los niños indígenas a las escuelas.
Otro grupo elabora «Plan visión de país» y presentan al Congreso de la República una solicitud de emitir leyes en cuatro áreas para cumplir con los acuerdos. Una de las áreas propuestas es educación donde proponen acciones a cumplir antes del año 2020.
El MINEDUC ha publicado un documento. «Construyendo sobre lo construido a diez años de los Acuerdos de Paz». Habla sobre la evolución del sistema educativo nacional, sus avances y sus tareas pendientes. Hace unos días fue presentado el «Perfil sociodemográfico de la población con discapacidad en Guatemala». Uno de sus capítulos es acerca de la educación de la población con discapacidad.
La Oficina del Procurador de los Derechos Humanos con la colaboración de otras entidades realizó el «Congreso Nacional de Educación» la semana pasada, como un evento que culminó seis meses de consultas a nivel local, 21 congresos departamentales y seis regionales sobre muchos aspectos de la realidad educativa de Guatemala y en dicho Congreso, los delegados consideraron múltiples propuestas para poder emitir su postura sobre la situación educativa y cómo proceder.
Además de todo lo anterior, varios columnistas han escrito sobre diversidad de temas educativos. Es obvio por lo tanto que hay tendencias fuertes que abogan por cambios en el ámbito educativo. Ahora bien, es URGENTE que haya un solo ente profesional, con educadores notables que conocen la realidad educativa para recibir todas esas ideas, propuestas, señalamientos, sugerencias y quejas de todos los grupos educativos y sociales para luego transformarlos en acciones concretas. Esta entidad se llama CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIí“N, con poder de decisión tal como lo marca la Ley de Educación Nacional, Decreto Legislativo 12-91.