El jefe de la oposición Mir Hosein Musavi que llegó en su automóvil a la manifestación fue abucheado por simpatizantes del régimen que atacaron el vehículo, obligándolo a abandonar el lugar, según la agencia IRNA.
Desafiando las advertencias del régimen, decenas de miles de partidarios de la oposición salieron a las calles este viernes para protestar contra la reelección de Mahmud Ahmadinejad, aprovechando la manifestación oficial en solidaridad con los palestinos.
En medio de un imponente dispositivo policial, miles de manifestantes, entre ellos jóvenes – hombres y mujeres – llevando brazaletes verdes, color de la campaña de Musavi, manifestaron en favor de su líder, y para exigir la liberación de los detenidos.
Jatami, que participaba en uno de los cortejos, fue agredido físicamente, según el portal internet de los reformistas Parlemennews.ir.
«Un grupo de conservadores atacó a Mohamed Jatami. (…) Su turbante cayó y querían golpearle. Pero partidarios (de Jatami) lo impidieron antes que interviniera la policía antidisturbios», según el portal.
Según su hermano, Mohamed Reza Jatami, no resultó herido y «está ahora en casa».
En Teherán, partidarios del régimen de civil y circulando en moto, detuvieron y golpearon con cachiporras a varios manifestantes de la oposición, según testigos.
La policía antidisturbios, armada de cachiporras intervino contra manifestantes que le lanzaban piedras, según las mismas fuentes.
Fuera de Teherán, miembros de la milicia islámica (Bassidjis) atacaron a manifestantes en Tabriz (norte) y policías vestidos de civil detuvieron a opositores, según el portal de la oposición Mowjcamp.com. Lo mismo ocurrió en Ispahan.
En la capital, cortejos rivales se enfrentaban a gritos y consignas. Los ultraconservadores gritaban «Muera Estados Unidos» y «Muera Israel» las tradicionales consignas del Día anual de Al-Qods (Jerusalén).
Se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes rivales pero las fuerzas de seguridad no intervinieron, según un testigo.
Es la primera vez desde hace casi dos meses y medio que la oposición, cuyo jefe, el moderado Mussavi, derrotado en la presidencial y que acusa a las autoridades de fraude, tiene ocasión de manifestar.
El presidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad, cuya reelección el 12 de junio sigue siendo cuestionada por la oposición, habló en un acto en la universidad de Teherán.
Ahamdinejad atacó violentamente a Israel, enemigo jurado de Irán, calificando el Holocausto de «mito» y anunciando que los días del «moribundo» régimen israelí «están contados».
Las manifestaciones de la oposición tuvieron lugar a pesar de las advertencias de los Guardianes de la revolución, el cuerpo de elite de la República islámica, contra toda manifestación hostil a Ahmadinejad.
Los Guardianes de la revolución (Pasdarán) y los milicianos islamistas de los Bassidjis habían jugado un importante papel en la represión de las manifestaciones de protesta tras la victoria de Ahmadinejad.
Este movimiento popular sumió al país en una crisis sin precedentes desde la revolución islámica de 1979.
Al menos 4.000 manifestantes fueron detenidos, de los cuales unos 150 aún están en prisión. 72 personas según la oposición, 36 según fuentes oficiales, murieron durante los disturbios.