Enfrentamiento entre policí­a y opositores


Saldo. Las manifestaciones en Oaxaca dejaron varias decenas de personas heridas, detenidas y cuantiosos daños materiales.

Policí­as y opositores al gobernador del estado mexicano de Oaxaca (sur) volvieron a enfrentarse ayer en la capital del estado, siete meses después de que tuviera lugar el último choque en la ciudad, que fue escenario de una grave crisis social durante varios meses.


El incidente se produjo cuando unos 1.500 miembros de la Asociación Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), que aglutina a las organizaciones opositoras, intentaron ocupar el auditorio de la ciudad, que estaba siendo resguardado por unos 500 policí­as y soldados, para realizar una fiesta de cultura tradicional.

Al encontrar cerrado el paso al edificio, situado en lo alto de un cerro, por policí­as antidisturbios, les agredieron con piedras y éstos respondieron con gases lacrimógenos, dispersando a los manifestantes.

Los choques se desencadenaron a las 11H00 (16H00 GMT) y seguí­an durante la tarde en dos zonas de la ciudad que eran afectadas por el lanzamiento de gases lacrimógenos, constató un periodista de la AFP.

Tras un primer enfrentamiento, unos 800 jóvenes se reagruparon y con cócteles molotov quemaron tres autobuses públicos y un techo de paja de las instalaciones de un hotel y siguieron enfrentándose con los agentes.

El resto de manifestantes se retiró a la plaza del ayuntamiento, donde unas 5.000 personas celebraban el festival popular convocado por el sindicato de maestros.

«Tenemos un saldo de 20 policí­as heridos leves y 12 detenidos», explicó en entrevista a la emisora Formato 21 el portavoz del gobierno estatal, Héctor Pablo Ramí­rez.

«Ni siquiera sabemos cuál es el motivo que les orilla a enfrentar a la policí­a (…). Las policí­as no estaban armadas, no hubo una agresión de la policí­a hacia estos grupos, fue al contrario», agregó.

«Ni siquiera sabemos cuál es el motivo que les orilla a enfrentar a la policí­a (…). Las policí­as no estaban armadas, no hubo una agresión de la policí­a hacia estos grupos, fue al contrario.»

Héctor Pablo Ramí­rez, portavoz del gobierno estatal.