La Unión Europea no logró en un último y desesperado esfuerzo hoy que Polonia levante su veto a la apertura de negociaciones de un acuerdo de asociación entre el bloque y Rusia en la cumbre que tendrá lugar mañana en Helsinki con la presencia de Vladimir Putin.
Los embajadores de los 25 miembros de la UE reunidos en Bruselas «no lograron encontrar un compromiso» satisfactorio que revierta el veto de Polonia, motivado por el embargo impuesto desde hace un año por Rusia a sus exportaciones de carne y legumbres, informó la presidencia finlandesa del bloque.
Como consecuencia de esta situación, la cumbre UE-Rusia del viernes en Helsinki «no lanzará las negociaciones» para un nuevo acuerdo de asociación bilateral, que debe reemplazar al actual pacto que llega a su fin el 30 de noviembre de 2007 y considerado de vital importancia para los europeos, muy interesados en incluir un capítulo energético que garantice cierta seguridad en sus abastecimientos de hidrocarburos rusos.
Finlandia, anfitrión de ese encuentro y muy preocupada por el resultado de la cumbre con su poderoso vecino, intentó hasta último momento convencer a Polonia de rever su posición, mientras Putin tenía previsto reunirse el jueves por la tarde con su homóloga finlandesa Tarja Halonen.
La presidencia finlandesa planteó por ejemplo que la UE diese a conocer dos cortas declaraciones, una pidiendo a Moscú levantar ese embargo lo más pronto posible y otra recordando que las negociaciones para el acuerdo de asociación podían ser suspendidas en cualquier momento.
Pero los polacos presentaron de su lado contrapropuestas «muy alejadas» de la posición de sus socios europeos, lo que hizo imposible un acuerdo, según el vocero de la presidencia.
La tensión antes de la cumbre UE-Rusia aumentó a un punto tal que Moscú amenazó a la Unión Europea con un embargo del conjunto de las exportaciones comunitarias de productos de origen animal, a raíz de la adhesión el 1 de enero de 2007 de Rumania y Bulgaria.
En efecto, Rusia vinculó este jueves el embargo de los productos polacos a los «problemas» vinculados con la llegada de Rumania y Bulgaria a la UE y aseguró que no estudiará la primera cuestión hasta no que no se resuelva el segundo tema, según el jefe de los servicios sanitarios Serguei Dankvert.
El embargo de los productos cárnicos polacos y la amenaza contra la UE en su conjunto hizo que el comisario europeo de Ampliación, Olli Rehn, denunciara el jueves en una entrevista a la televisión finlandesa el «juego político» de los rusos para «presionar» al bloque.
Además de la frustrada apertura de discusiones del acuerdo de asociación, la UE y Rusia tienen previsto discutir en Helsinki la creación de un tratado de libre comercio a negociar tras la entrada -a más tardar a inicios del año próximo- de los rusos en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Otras cuestiones en la agenda bilateral serán los casos nucleares iraní y norcoreano y la situación en Oriente Medio y en los Balcanes, mientras que el tema de la ex repúblicas soviéticas, de gran actualidad por la dura disputa entre Rusia y Georgia, no fue incluido oficialmente en el orden del día.