Hallan forma de prolongar la vida a enfermos de Charcot.
Un equipo de científicos estadounidenses y uruguayos podría haber hallado la forma de prolongar la vida de quienes padecen esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o enfermedad de Charcot, enfermedad neurodegenerativa incurable, y retrasar sus primeros síntomas.
En un estudio publicado en el Journal of Neuroscience estadounidense, investigadores de la Universidad de Wisconsin descubrieron que al aumentar una proteína llamada Nrf2 el lapso de vida de los enfermos de mal de Charcot (también conocida como enfermedad de Lou Gehrig) se prolonga y su diagnóstico se retrasa.
«El estudio nos permite identificar potencialmente lo que pensamos puede ser el objetivo de un tratamiento extremadamente importante, que podría tener un efecto determinante en la ELA en el futuro», declaró uno de los principales autores del estudio, Jeffrey Johnson.
«Cuando es activada», la Nrf2 «controla cientos de otras proteínas que protegen las células de la presión oxidante, que está asociada a la progresión de las enfermedades neurodegenerativas», dijo Johnson a la AFP.
Los experimentos en curso evalúan el mismo mecanismo para enfermedades de Alzheimer, Parkinson y Huntington con «resultados muy prometedores», agregó.
La enfermedad de Charcot, también conocida bajo el nombre de enfermedad de Lou Gehrig -por el jugador de béisbol estadounidense que la contrajo-, provoca principalmente dificultades motrices y problemas respiratorios. Este mal incurable, padecido por el célebre físico británico Stephen Hawking, afecta a entre 1 y 3 personas de cada 100 mil.
En la investigación, los científicos crearon ratones transgénicos con células llamadas «astrocitos», que sobreproducen la proteína Nrf2.
Los astrocitos presentes en el sistema nervioso central a menudo se activan en situaciones patológicas e interactúan con las neuronas.
Los investigadores determinaron que aumentar el Nrf2 en los astrocitos podría también proteger a las neuronas de «estrés crónico» como el que se manifiesta en la ELA.
El inicio de la enfermedad se retrasó 17 días en los ratones transgénicos, y los enfermos sobrevivieron 21 días más allá de su esperanza de vida habitual de 120 días.