
A los pobladores de la comunidad Playa Grande, ubicada en el municipio de Ixcán, Quiché, se les ha restringido el acceso de la energía eléctrica a tres horas diarias.
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Los vecinos se han mostrado inconformes por las limitaciones en el servicio, además del alto costo que deben pagar por su factura energética.
Santos Blanco, vecino del lugar, refiere que la privatización de los servicios en el municipio ha ocasionado que la calidad de estos disminuya en los últimos años.
La cobertura y la calidad se han visto desmejoradas desde que las autoridades locales han realizado acuerdos con empresas que han llegado a operar a la región, sin embargo no existen oportunidades de competencia, por lo que se han conformado originales monopolios, refiere Blanco.
«Hemos intentado gestionar un nuevo proveedor con el Instituto Nacional de Electrificación y el Ministerio de Energía y Minas para que nos presten un servicio de calidad y a un precio justo», señala Santos.
«El Estado de Guatemala debe reconocer el derecho de las comunidades de Ixcán de optar por los servicios que consideren pertinentes, según lo que la ley dice», refiere un comunicado emitido por la comunidad.
Lucy Gómez, presidenta del Comité de vecinos y propietaria de una farmacia, señala que los vecinos han tenido pérdidas considerables por la falta de energía.
De acuerdo con Gómez, el problema ha llegado hasta el ámbito político, en el que se ven involucrados intereses específicos de partidos políticos y empresas privadas, sin embargo la demanda de la sociedad civil se limita a obtener una buena calidad de energía con un precio justo.