Presionados por Estados Unidos, los países de la Unión Europea adoptaron hoy nuevas sanciones contra Irán, siguiendo la política que consiste en dialogar con Teherán y al mismo tiempo castigar su rechazo a detener las actividades de enriquecimiento de uranio.
Las nuevas sanciones, que prohibirán desde mañana el funcionamiento de las oficinas europeas del gran banco comercial iraní Melli -que se encuentran en Londres, Hamburgo y París- fueron aprobadas sin discusión por los ministros europeos de Agricultura y Pesca, reunidos en Luxemburgo, informó la presidencia eslovena del bloque.
Las nuevas medidas también agregan en principio 20 nombres de personas y 15 entidades a la lista de individuos y organizaciones afectados por la prohibición de visa para viajar a la Unión Europea o la congelación de sus cuentas, según fuentes diplomáticas.
Dichas medidas, al igual que todas las que fueron adoptadas en el marco de la ONU desde 2006, están destinadas a obligar a Irán a suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio, pues la comunidad internacional teme que estén destinadas a un programa de fabricación de armas atómicas.
El endurecimiento decidido por la UE responde a una interpretación más estricta de las resoluciones 1737 y 1747 contra Irán adoptadas en la ONU en diciembre de 2006 y marzo de 2007, explicó un diplomático europeo.
En efecto, las sanciones de la ONU contienen una cláusula que pide a los Estado a mostrarse «vigilantes» en cuanto al paso por su territorio de «personas que participan, están directamente asociadas o apoyan las actividades nucleares de Irán».
Estas nuevas sanciones -que Estados Unidos espera desde hace meses y que fueron solicitadas reiteradamente por el presidente George W. Bush durante su reciente gira por Europa- superaron todas las etapas del complejo proceso de toma de decisiones de la Unión Europea desde mayo.
Sin embargo, los europeos postergaron su autorización definitiva para que no coincidiera con el viaje a Irán del Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana.
El responsable de la diplomacia europea estuvo en Teherán el 14 de junio para presentar una amplia oferta de cooperación a Irán –una versión ligeramente modificada de una propuesta que ya había sido entregada en junio de 2006– en nombre de los seis países más involucrados en la cuestión del programa nuclear iraní (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania).
Solana indicó el viernes que todavía no había recibido una respuesta de los iraníes a su ofrecimiento.
De su lado, el negociador iraní, Said Jalili, declaró el domingo que Teherán examinaba un «calendario» presentado por Solana para reanudar las discusiones sobre la cuestión nuclear.
Si la apertura de verdaderas negociaciones sobre la oferta de cooperación está condicionada a una suspensión de todas las actividades de enriquecimiento de uranio, Solana propuso un periodo de pre-negociación durante el cual los iraníes se comprometerían simplemente a no poner en marcha nuevas centrifugadoras y las potencias no endurecerían las sanciones ya en vigencia.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, reiteró hoy en Jerusalén que para su país sería «inaceptable» que Irán tuviese el arma nuclear, y que Francia estará presente para «cerrar el camino» a quienes pidan la destrucción del Estado de Israel.
«Yo quiero decir enérgicamente que un Irán dotado del arma nuclear es inaceptable para mi país», declaró Sarkozy durante un discurso que pronunció ante la Knesset (parlamento unicameral israelí), en el segundo día de su visita de Estado a Israel.