¿Encuestas o propaganda?


Hace tan sólo algunos dí­as fueron divulgadas algunas encuestas a través de uno de los medios de comunicación escrita; el punto toral de la encuesta era conocer la preferencia del ciudadano y su inclinación por alguno de los «lí­deres» que a prima facie se vislumbran como futuros candidatos para las próximas elecciones. Los resultados a ojo de buen cubero, son acordes con la lógica de cualquier persona, pues el Partido Patriota -al dí­a de hoy- tendrí­a las de ganar por diversas razones, a saber: un Presidente y su equipo de gobierno tachados de corrupción a «media maratón» -y todaví­a faltan poco más de dos años-, y en consecuencia el desgaste de su partido; y también porque tendrá a su favor la experiencia de una elección pasada, cuya estructura y organización ya debiera de abarcar todas las comunidades y municipios del paí­s, que es precisamente donde empieza esa labor de hormiga, tan importante para ir sumando, y sumando votos.

Lic. Christian Alarcón Duque

Es muy prematuro aventurarse y predecir quiénes son las o los candidatos que cuentan con la preferencia del electorado, y que seguramente ocuparán los primeros lugares en la intención de voto para las próximas elecciones todaví­a; además no soy mucho de creer en los resultados de las encuestas, recordemos que los tentáculos de la manipulación y corrupción también alcanzan a éstas encuestas, inclusive. Hace algunos meses una fuente fidedigna, que milita en un partido polí­tico, me contó que en la elección pasada, su lí­der fue ví­ctima de chantaje polí­tico por parte de una de éstas firmas -cuyo nombre no quiso revelarme- precisamente reclamando para sí­ misma dádivas a cambio de ser incluido en los primeros cuatro lugares de la encuesta que en esa época estaba próxima a publicarse; dicha encuesta era privilegiada, ya que el hecho de aparecer en los primeros cuatro lugares daba derecho a los candidatos a participar en la grabación de un programa de televisión de la prestigiosa cadena CNN, que iba se ser transmitido y visto por millones y millones de televidentes en Guatemala y en toda América Latina.

Recuerdo bien, que el programa efectivamente fue grabado y transmito tiempo después de la publicación de las encuestas, y misteriosamente fueron los cinco primeros candidatos en la intención de voto los invitados, y no los primeros cuatro como era originalmente.

También debemos evocar lo sucedido en la elecciones del mil novecientos noventa, en donde las encuestas eran contestes y daban ya por sentado que la Unión del Centro Nacional (UCN) ganarí­a las elecciones, y que el lugar que ocuparí­a el Movimiento de Acción Solidaria (MAS) serí­a el penúltimo o antepenúltimo, y la realidad fue todo lo contrario – todo a raí­z del famoso debate Cerezo-Serrano en Casa Presidencial, en donde el entonces Presidente perdió súbitamente sus conocidos dotes de orador implacable-.

Mi punto es que una encuesta como la que fue publicada no tiene mucho sustento. En todo caso y por la experiencia de elecciones pasadas, es a principios del último año de gobierno cuando realmente se puede empezar a formar un criterio más o menos sensato de quienes serán los candidatos que se disputen la «Guayaba» como vulgarmente se dice; todo lo demás tiene más tintes de propaganda polí­tica que cualquier otra cosa o bien se trata de una especie de distractores sociales que sólo tienden a confundir al ciudadano.