El presidente Juan Manuel Santos se alzaría con el triunfo frente a otros posibles candidatos presidenciales, aunque la mayor intención de voto se la lleva la boleta en blanco, reveló el martes un sondeo.
Las próximas elecciones presidenciales son en mayo de 2014 y el presidente Santos, un economista de 62 años, tiene plazo legal hasta fines de este mes para anunciar oficialmente si buscará la reelección, lo que se da casi por descontado.
En la encuesta, Santos vence con 27% a otros cuatro posibles candidatos, con una ventaja de 12 puntos porcentuales sobre su más cercano rival, el ex ministro de Hacienda Oscar Iván Zuluaga, que consiguió 14,9%, de acuerdo con la muestra publicada en la jornada por un grupo de medios como el diario El Espectador.
Zuluaga aspira a ser electo por un movimiento llamado «Uribe Centro Democrático» del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), principal crítico del gobierno de Santos.
En tercer lugar se ubica el ex gobernador y ex líder de la guerrilla ya pacificada Movimiento 19 de Abril (M-19) Antonio Navarro Wolff, con 12%, agregó el sondeo que consultó a 1.200 personas cara a cara entre el 1 al 6 de noviembre en 57 del millar de municipios del país con un margen de error de tres puntos porcentuales.
El cuarto y quinto lugar son para la ex alcaldesa de Bogotá y dirigente del izquierdista partido Polo Democrático Alternativo, Clara López, con 7,2% y la ex ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, con 5%.
Un 3,2% dijo no saber o no respondió.
Pero por encima de todos los aspirantes, un 30,6% de los consultados respondió que votaría en blanco o por ningún candidato, agregó el sondeo al resaltar que los resultados evidencian «que tal y como están las cosas existe un altísimo escepticismo de los encuestados respecto a quienes se ven como candidatos a ocupar la Casa de Nariño» o palacio de gobierno.
Si bien, destacó el diario, «hoy por hoy, si el presidente Juan Manuel Santos decidiera aspirar a la reelección tendría ventaja… la alta marcación del voto en blanco hace evidente que existe un descontento con la polarización que presentan el santismo y el uribismo que, o bien abre la posibilidad a una tercería, o bien deja un amplio campo para que cualquiera de los actuales candidatos logre captar esa capa de la ciudadanía que no se siente identificada con ninguna de las tesis que hasta ahora están sobre la mesa».