Encuesta: Preferencias polí­ticas de los guatemaltecos


Valerio Ibarra Rodrí­guez
valerioasecovir@yahoo.com

El domingo 10 de los corrientes en el matutino Prensa Libre, se publicó la encuesta que realizó la empresa Vox Latina, la cual ha despertado muchas insatisfacciones dentro de algunos partidos polí­ticos.

Escuchando el programa radial del periodista Estuardo Zapeta, en una entrevista que hizo a tres miembros del Partido Patriota, estos manifestaron su descontento por la encuesta que realizó la empresa Vox Latina, aduciendo que no es posible que en la encuesta de Prensa Libre, los hayan colocado en una posición más baja, respecto a otras encuestas que la misma empresa ha realizado para los patriotas.

Sin demeritar la profesionalización de la empresa encuestadora, es lógico que Vox Latina cuando realiza la encuesta contratada por cualquier partido polí­tico, la haga de acuerdo a los requerimientos y lineamientos que le presenten los interesados. Es obvio que los patriotas pidan que las encuestas contratadas todas se inclinen más hacia ellos, porque les servirá para explotarla durante la campaña polí­tica para que los financistas apuesten a ellos buenas cantidades de dinero, y de acuerdo a la posición que ocupen en las encuestas, les permita tener más adeptos. Cualquier encuesta ?sin importar la empresa que la realice? que sea contramatada por cualquier organización polí­tica no tiene ninguna credibilidad, porque siempre va a estar sesgada, a ningún ente polí­tico le conviene que lo coloquen hasta abajo, aunque así­ sea en la realidad. Al final de cuentas, el cliente (partido polí­tico) es el que paga, y puede exigir lo que quiera.

Las encuestas son como una fotografí­a, son el resultado del momento en que éstas se realizan, en ese instante una persona puede apoyar al candidato «X», pero al dí­a siguiente por cualquier circunstancia, puede cambiar de opinión y estar con el candidato «Y». Creo que las encuestas si determinan voto, quizá en estos momentos no tengan ese efecto, pero conforme se van acercando las elecciones, mucha gente se inclina por el candidato que encabeza las mismas para no desperdiciar su voto, en ese momento si determinan el voto.

No es válido que los partidos polí­ticos despotriquen y hagan señalamientos equivocados contra las empresas realizadoras de encuestas, tampoco es honesto decir que las encuestas son buenas cuando salen bien calificados, y cuando los resultados les son adversos, las encuestas son malas. Todos los aspirantes a la primera magistratura de la Nación están a tiempo de mejorar su imagen, haciendo una campaña electoral de altura, con planteamientos serios, futuristas y honestos, dejando atrás el discurso demagógico y populista.