Encuentran cuerpo de hombre con señales de violencia


Policí­as y socorristas deben hacer frente a la ola de violencia en labores de rescate. Esta mañana se localizó el cuerpo sin vida de un hombre en el rí­o Las Vacas.

Defensores de los derechos humanos manifiestan su preocupación por la situación de violencia que impera en Guatemala, principalmente por los hallazgos de cadáveres que se suscitan en el paí­s y que claramente denotan el irrespeto a una de las facultades más preciadas: la vida.

Mariela Castañon
mcastanon@lahora.com.gt

Casi a diario los cuerpos de socorro informan sobre estos acontecimientos, que suelen verse como hallazgos comunes, cuando realmente es preocupante, afirma la Procuradurí­a de los Derechos Humanos (PDH).

Lugares como el Barrio Colombia, en la zona 18; el bulevar El Naranjo, zona 4 de Mixco; San Cristóbal, zona 8; bulevar El Caminero y Rí­o Las Vacas, son los puntos donde persiste el hallazgo de cadáveres, con señales de tortura.

Esta mañana, luego de las insistentes llamadas de la población, los Bomberos Municipales acudieron al rí­o Las Vacas, zona 17, en donde fue encontrado el cuerpo sin vida de un hombre, de aproximadamente 26 años, que vestí­a un pantalón negro y un cincho café, que no fue identificado.

Esta persona tení­a varios impactos de bala en el costado derecho, así­ como heridas punzocortantes en la cabeza y cara, además dentro de las bolsas de su pantalón tení­a cables de electricidad, que se presume fueron colocados por sus victimarios.

Los paramédicos descendieron hasta el fondo del rí­o de aguas negras, en donde rescataron a la ví­ctima, que se cree fue abandonada ayer por la noche.

Ante tal escenario violento, la población en lugar de estremecerse suele acercarse para observar al cadáver, lo que a criterio de Marco Antonio Garavito, de la Liga de Higiene Mental, responde a que la gente se acostumbró a estos hechos que ya no tienen casi nada de nuevo, debido al entorno de violencia en que se encuentra el paí­s.

Por su parte, algunos efectivos de las fuerzas de seguridad reconocen que los escenarios son fuertes. Sin embargo, admiten que ante esto, la población insiste en ser testigo de los hallazgos violentos, en donde inclusive deben sancionarlos porque estropean la escena del crimen.