El mundo está convulsionado de violencias e inseguridad personal, familiar y los bienes; la tranquilidad no se encuentra, menos una paz estable y duradera. Jamás los instintos humanos habían llegado a tener tan altos grados de maldad tan implacables en demostraciones de saña como ahora, y en nuestro país la vida está expuesta a los riesgos criminales y sucesos de cada día porque el príncipe de este mundo, el Diablo ha llenado las mentes y corazones de maldad en pensamientos para maquinar solamente el mal.
Por eso los guatemaltecos debemos dar la bienvenida al Príncipe de Paz que sigue siendo sólo JESUCRISTO, el Hijo de Dios y de la Virgen María que vive por el poder del Altísimo por siempre, que fue prometido para las situaciones de maldad que rodean a cada ser humano en cada comunidad, al volver los ojos de la fe al invisible Jesús siempre presente que dijo: -En el mundo tendréis tribulaciones, acaso sombras y dolor profundo, más confiad, YO he vencido al mundo. Mi paz os doy no como el mundo la da, falsa y efímera, sino llena de Gracia y de Verdad.-
Sólo el poder de Jesucristo, el Príncipe de Paz, vence el poder del príncipe de este mundo, y puede cambiar las situaciones malas de las cosas diarias de la vida, tanto dentro de las esferas de Gobiernos de Estados que debieran hacer posible la seguridad y la paz; como por los encargados de administrar la justicia: los jueces y magistrados del poder judicial que es el asiento honesto de la paz y el bienestar de las personas, al sentar precedentes disuasivos y preventivos para que no se continúe el mismo estado de cosas.
Las bandas de maldad se les llame como se les llame; los ahora carentes de la moralidad y ética en la que antes se esperaba y a ella se acudía en protección, como autoridades y jueces, tanto como los otros protagonistas vacíos del temor y del amor a Dios y al prójimo e irrespeto a autoridades superiores; todos dejemos de ser fríos espectadores de los hechos, protectores de la ilegalidad y la corrupción como redactores de cuartillas de la expectación del mal.
Todos quienes temen, sufren tristezas, angustias y ansiedades por los hechos que nos rodean, podremos cambiarlos por la paz, gozo y seguridad personal en este tiempo todavía recordativo de la primera venida del Salvador al mundo; asistiendo al Festival cristianizante que traerá el próximo mes de marzo un embajador especial del Príncipe de Paz verdadero, el expectante para el momento actual, Luis Palau, y dar la bienvenida a Jesucristo El Príncipe de Paz que espera a las puertas de la Ciudad de Guatemala en el Parque de La Democracia, este 13 y 14 de marzo próximo.-
El Nombre del Señor es una torre poderosa, a la que se acude en busca de salvación, paz, gozo, protección y seguridad.