En el hotel Camino Real, encabezando Edgar Heinemann, Felipe Bosch, Marco Antonio Garcí­a Noriega, como invitado Julio Marí­a Sanguinetti, dos veces presidente de Uruguay, con la asistencia de los dos binomios presidenciales y la presencia pagada de 3,200 asistentes se realizó ENADE 2011. El tema principal: “La reducción de la pobreza a través de la generación de empleo y la capacitación de nuevos profesionales”.

En ella se planteó que a través de la pequeña y mediana empresa debí­an de crearse dos y medio millones de empleos en los próximos diez años.

Todos los presentes aplaudieron la propuesta; lo que no determinaron es cómo cada año lograrán un cuarto de millón de empleos. En los últimos diez años no se ha creado ni siquiera la mitad de los empleos que se proponen; es al sector empresarial al que se le atribuye la posibilidad de creación de fuentes de trabajo. Si son ellos los que lo pueden crear y no lo hacen cuál es la conclusión a la que se debe de llegar.

La falta de inversión en todo el mundo y en particular en Guatemala es grave, al extremo que sin que exista un liderazgo especí­fico vemos la insatisfacción que ha producido cientos de miles de personas que protestan en Medio Oriente, Europa, América del Norte y Chile.

La insatisfacción no tiene un solo origen, pero sí­ comparte el rechazo a la falta de empleo, la falta de ingresos y la falta de una educación gratuita que le permita a las nuevas generaciones tener un presente y un futuro.

Los tres mil doscientos empresarios que pagaron por reunirse, por escucharse, por verse y por aplaudir, no pretenderán decir que van a tener la capacidad, en los próximos diez años, de producir dos y medio millones de plazas de trabajo. Tampoco podrán decir que a partir del 14 de enero, independientemente de cuál sea el binomio que asuma y encabece el nuevo gobierno, de la noche a la mañana, por obra y gracia del nuevo presidente y vicepresidenta pagarán correctamente impuestos.

El tema planteado, de reducir la pobreza nadie lo rechaza, tampoco nadie rechaza que se debe educar y capacitar para un trabajo honrado y eficiente a nuestra juventud, pero quién aportará los recursos, lo harán los contribuyentes, especialmente ese 2% que recibe el 75% de la riqueza o lo harán, como lo planteara en un reciente editorial Julio Castellanos, los hoy millonarios accionistas del Banco de Comercio, del Banco del Café, de los bancos gemelos o del Banco Empresarial, devolviendo, restituyendo los más de cinco mil millones que conjuntamente se apropiaron.

Soplar es muy fácil, hacer un evento e invitar a uno de los expresidentes suramericanos no es ningún problema, hacer una moderna y atractiva presentación del tema en discusión es tan fácil como que el Dí­a de los Santos comamos fiambre. Lo que es imposible es activar la economí­a sin que exista inversión o pedirle al Estado que sin pago de impuestos garantice la seguridad, imparta una educación eficiente y adecuada o que los programas de salud preventiva y curativa sean adecuados.

Cómo se va a crear y mantener una infraestructura que permita el traslado interno y la exportación de los productos agroindustriales si el Estado no tiene recursos.

Podemos proponer y realizar un ENADE mensualmente, hacerlo en el Teatro Nacional para que todos estén cómodamente sentados, pedirle a todos los aspirantes a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, al Congreso y a las corporaciones municipales que asistan, que escuchen la propuesta de creación de riqueza, de creación de empleo y de mejora en todo el paí­s… sin resultado.