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Seguridad. Un niño observa a un soldado iraquí­ que vigila en un puesto de control en Bagdad.

El Primer ministro iraquí­ Nuri al-Maliki anunció el miércoles el inicio de la aplicación del plan de seguridad que da poderes ampliados a la policí­a y al ejército en Bagdad e incluye el cierre provisional de las fronteras terrestres con Irán y Siria.


«Hoy, el plan de seguridad para Bagdad se lleva a efecto», declaró a los periodistas el Primer Ministro, durante un viaje a Kerbala, 119 km al sur de Bagdad.

El martes, el teniente general Abu Gambar, encargado de la aplicación de este plan, habí­a anunciado que significarí­a el cierre durante tres dí­as de las fronteras terrestres con Irán y Siria.

Cerca del mediodí­a se ignoraba si el cierre durante tres dí­as de las fronteras terrestres con Irán y Siria se habí­a hecho efectivo.

Estados Unidos acusa a Irán de entregar armas a las milicias chiitas, mientras que, según las autoridades iraquí­es, «terroristas» provenientes de Siria alimentan regularmente las filas de la insurrección sunita.

El miércoles, el portavoz de la embajada de Estados Unidos, Lou Finter, indicó por su parte que este cierre era necesario para mejorar el sistema informático y la infraestructura de varios puestos fronterizos.

El teniente general Gambar habí­a descrito también toda una serie de medidas que se aplicarí­an a los habitantes de la capital, incluyendo poderes amplios para el ejército y la policí­a.

«Todos los que no respeten las medidas impuestas por este decreto serán juzgados en virtud de la ley antiterrorista» en procesos «de excepción», habí­a advertido.

Desde el lunes, los puestos de control aumentaron en Bagdad.

Este mismo dí­a, las fuerzas de seguridad iraquí­es registraban los vehí­culos y controlaban la identidad de los automovilistas creando atascos muy importantes en esta ciudad que en 2003 tení­a seis millones de habitantes.

El teniente general precisó que en lo sucesivo las fuerzas bajo su mando –policí­as y militares– podí­an «detener, interrogar, revisar a los individuos en caso de necesidad».

También podrán «allanar toda propiedad privada» e «imponer restricciones a los movimientos de los vehí­culos, registrarlos e instalar puntos de control», dijo aunque dichas medidas existen ya en la capital.

Las autoridades podrán también «imponer las restricciones necesarias a todos los lugares públicos, centros, clubes, organizaciones, sindicatos y empresas, instituciones y oficinas».

El militar también anunció la suspensión en el futuro del derecho a portar armas para toda persona no autorizada.

Por otra parte, todos los que ocupan ilegalmente las casas de personas desplazadas por la violencia confesionales dispondrán de dos semanas para abandonar el lugar, a contar de la instauración del decreto aplicando el plan de seguridad.

Numerosos barrios mixtos de la capital, donde antes viví­an chiitas y sunitas se están haciendo homogéneos provocando desplazamientos de la población.

Hallan cadáveres

La Policí­a iraquí­ encontró hoy veinte cadáveres con impactos de bala en un pueblo en la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad, según fuentes policiales iraquí­es.

Las fuentes explicaron que el hallazgo tuvo lugar después de que uno de los campesinos informara de que encontró varios cadáveres de civiles en su granja.

Algunos cadáveres tienen, además, rasguños y quemaduras, lo que podrí­a indicar que las ví­ctimas fueron torturadas antes de ser ejecutadas con disparados de arma de fuego, según las fuentes.

Los cuerpos han sido trasladados al depósito de cadáveres céntrico del hospital Al Adli, en Bagdad.

La provincia de Diyala, donde los grupos de insurgentes son especialmente activos, es escenario frecuente de violencia sectaria entre suní­es y chií­es.