«En tres segundos todo se llenó de cadáveres»


Vista de la estación de la playa de Castelldefels, en donde ocurrió la tragedia de tren que dejó doce muertos. FOTO LA HORA: AFP JOSEP LAGO

«En tres segundos, todo se llenó de cadáveres», relata Marcelo Cardona, un testigo de la trágica noche de San Juan en Castelldefels (noreste de España), donde 12 personas murieron arrolladas por un tren mientras cruzaban indebidamente las ví­as férreas.


El tren en el que viajaba estaba lleno de jóvenes «eufóricos» que iban a festejar la «verbena de San Juan» en la playa de esta localidad de 63.000 habitantes, a menudo llamada «la California barcelonesa».

«Cuando las puertas del tren se abrieron, me quedé con mi familia atrás. Los jóvenes salieron hacia el paso subterráneo, pero se colapsó inmediatamente», explicó Cardona.

Otro paso aéreo con el que cuenta el Apeadero de Castelldefels está cerrado desde hace un año, cuando acabaron las obras de la estación, completamente remodelada y modernizada.

«Fue cuando un grupo cruzó a pie. Un tren contrario llegó a toda velocidad. En tres segundos, todo se llenó de cadáveres. Todos gritaban y lloraban. La gente estaba en estado de «shock»», añadió Cardona.

El grupo, integrado por jóvenes de entre 16 y 26 años según información oficial, fue atropellado por un tren que provení­a de Alicante (sudeste) con destino a Barcelona y que circulaba a alta velocidad.

Al parecer el maquinista frenó como pudo. Se detuvo unos 200 metros después del impacto mortal. Cardona asegura que el tren pitó «tres veces», pero otros testigos dicen que no lo hizo.

«Pitó a último momento cuando ya estaba encima», relata a AFP el chileno Claudio Lucero, propietario de un supermercado instalado justo frente a la estación.

«Anoche, todos los trenes vení­an llenos y habí­a mucha gente en los andenes. El maquinista debe haber visto cómo estaban de llenas las estaciones al pasar por Vilanova o Sitges y podrí­a haber disminuido algo su velocidad», se indigna el comerciante chileno.

«El maquinista actuó conforme porque la gente ha pasado por el paso superior en vez del inferior. Ante esta situación un maquinista que va a la velocidad que le permite reglamentariamente, poco puede hacer. Lo único que puede hacer es intentar frenar», explicó a una radio el responsable de su sindicato, Semaf, Carlos Segura.

«Hemos hablado con el maquinista, que está tranquilo porque su conducción la ha hecho conforme a la norma. Esta bastante preocupado porque es un golpe», añadió.

La policí­a y los bomberos catalanes acudieron rápidamente para evacuar a los heridos, 14 en total, de los cuales «uno está en estado crí­tico», según la ministra de Salud de la Generalitat, Marina Geli.

Los cuerpos, cubiertos de telas doradas, fueron depositados inicialmente en carpas, según un fotógrafo de la AFP.

El resto de la noche, la policí­a cientí­fica se dedicó a recoger de las ví­as restos humanos.

«Las tareas de identificación serán muy difí­ciles y largas», afirmó en conferencia de prensa Antoni Saura, consejero regional de Interior.

Los restos de las ví­ctimas mortales fueron transportados al Instituto de medicina forense de la Ciudad de la Justicia, en Barcelona, donde se les practicará la autopsia.

Lucero, visiblemente indignado, critica la actitud policial. «Horas antes, detuvieron a chicos que cruzaban por la ví­a. En lugar de disuadirlos y hacerlos volver atrás, se dedicaron a cachearlos y revisarles las mochilas para ver lo que llevaban».

«No es que la policí­a tardó poco, ya estaba aquí­», concluyó el testigo chileno.