A causa de estar inmerso en asuntos de interés general que, de todas formas, por más que escriba sobre el tema de que se trate, el estado de cosas seguirá inamovible, tal como permanecen ociosos y negligentes funcionarios del ramo de Tránsito, por ejemplo, había pospuesto referirme y agradecer la recepción de libros, revistas y opúsculos que lectores de esta columna o amigos míos han tenido la gentileza de enviarme.
Comenzaré por la voluminosa obra titulada «Despacho Presidencial», del insigne pedagogo, filósofo y estadista Juan José Arévalo, que no había logrado adquirir por una u otra razón; pero el ahora diputado Mario René Chávez García de la Alianza Nueva Nación, ex presidente de la Asociación de Periodistas de Guatemala y del Colegio de Abogados y Notarios, tuvo la afabilidad de obsequiarme.
Por supuesto que no intentaré la difícil tarea de glosar tan acucioso libro que, como eso sí es fácil de suponer, relata los acontecimientos más importantes ocurridos en el período de seis años durante los cuales el doctor Arévalo se desempeñó en la Presidencia de la República.
Este libro constituye un valioso aporte a la historia contemporánea del país y podría convertirse en esencial obra de consulta para políticos de distintas tendencias, sobre todo quienes aspiran a suceder al presidente í“scar Berger en la mera guayaba.
El mismo Mario René me envió dos publicaciones del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, de la Facultad de Ciencias Económicas de la USAC, con similares escenarios políticos. Gregorio Selser es el autor de la obra «El guatemalazo, la primera guerra sucia», que, tal como se lee en la contraportada, muestra el curso de los acontecimientos del proceso de la ingerencia norteamericana en 1954 por medio de la CIA, que terminó con el gobierno del presidente revolucionario Jacobo írbenz.
La otra publicación del mismo IIES, titulada «La intervención norteamericana en Guatemala y el derrocamiento del régimen democrático» contiene la declaración que en torno a este infortunado suceso emitió en 1955 la comisión política del comité central del Partido Guatemalteco del Trabajo, con análisis y comentarios, al igual que en el otro trabajo de investigación, del abogado Alfonso Bauer Paiz.
Como ocurre periódicamente, he recibido el más reciente número de la revista Sala de Redacción, que, siguiendo la tónica de su línea editorial, incluye críticas acerca de la actividad periodística, especialmente hacia medios de comunicación impresos y electrónicos que incurren en apreciaciones sesgadas al informar sobre diversos hechos, pero también plantea propuestas encaminadas a mejorar la calidad de la información noticiosa.
Simultáneamente con la citada revista, me enviaron un interesante glosario que puede ser de mucha utilidad para periodistas y columnistas en general, pero sobre todo para reporteros y analistas que cubren o abordan temas relacionados con la Economía como ciencia y actividad rutinaria, bajo el título Periodismo y Economía, precisamente.
Advierte la introducción que este breve manual no pretende sentar cátedra de Economía o realizar un texto en esta materia para periodistas, sino que la intención es la de ofrecer conocimientos que permitan un acercamiento a esta disciplina, así como a estimular nuevas líneas de investigación y temas de investigación periodística.
Al subrayar la influencia de la política en las decisiones de corte económico, indica que resulta importante que los periodistas de esta área no se limiten al reporteo estricto de las fuentes económicas, sino que deben tener conocimiento del mencionado valimiento político que priva en las determinaciones, lo cual les permitirá un mejor panorama para las coberturas noticiosas.
Sugiero a los editores de Sala de Redacción que un manual similar podrían editar en lo que concierne a elementales términos jurídicos, para evitar que, v. gr., se pretipifique de asesinato un homicidio, o que se califique de ultraje a la violación sexual, como sucede a menudo, especialmente en los informativos de la televisión.
Al respecto, agradezco al abogado y notario Mariano Contreras Pacheco, escritor que extiende sus feudos culturales y literarios en una extensa área de Escuintla y parte de Suchitepéquez, por haberme enviado un libro y un opúsculo.
El primero de ellos lo bautizó con el insinuante nombre de «Tiquisate sugestivo» en la que asume el papel de cronista de ese cálido y ubérrimo municipio escuintleco, como lo advierte en el prólogo Luis Morales Chúa, quien, como se sabe, añade a su añeja actividad periodística su no menos importante profesión de abogado.
Divertida y amena resulta leer la otra publicación que recibí de Contreras Pacheco, el opúsculo «Entre fervorín y fervorín», puesto que incluye numerosas anécdotas que directa o indirectamente protagonizó el autor cuando autorizó enlaces matrimoniales en su calidad de notario. Y colorín colorado?
(El notario y notorio Mariano Romualdo Chúa escuchó este comentario entre dos damiselas, previo a celebrar una boda: -Cada día resulta más difícil conseguir marido, dice una de las féminas. La otra repone: ¡Tenés razón, cada día las esposas los cuidan más!).