En Semana Santa: cartas de niños a Jesús


En un colegio del sur de Italia un profesor, de primaria, solí­a incluir entre las tareas o deberes que asignaba a sus alumnos que escribieran cartas a Jesús. Al respecto, y con ocasión de la Semana Santa, compartiré con ustedes el mensaje que me envió el pastor Vladimiro Vásquez, traducido por Javier Rodrí­guez Val.

Eduardo Villatoro

He aquí­ los extractos de algunas de las joyas escritas por estos menudos filósofos italianos, para meditar, asombrarse o simplemente sonreí­r.

Querido Jesús: Por favor, pon un poco de vacaciones entre la Navidad y la Semana Santa. Es que ahora en medio no hay nada. Marco. Querido Jesús: En la catequesis nos han dicho todo lo que haces. Pero cuando estás de vacaciones ¿quién te sustituye? Marina.

Querido niño Jesús: Tú, ¿cómo sabí­as que eras Dios. Carlos. Querido Jesús: ¿De verdad eres invisible o es sólo un truco? Juan. Querido Jesús: ¿La jirafa la querí­as hacer así­ o fue un accidente? Patricia. Querido Niño Jesús: Cuando tu padre hizo el universo ¿no hubiera sido mejor que en vez de domingo hubiera descansado los dí­as de clase? Enrique

Querido Jesús: Está bien que haya tantas religiones ¿pero no te confundes nunca? Vinicio Querido Niño Jesús: El padre Mario ¿es amigo tuyo o sólo es un compañero de trabajo? Antonio. Querido Niño Jesús: Me gusta mucho el Padre Nuestro ¿Se te ocurrió enseguida o lo tuviste que hacer varias veces? Yo siempre que escribo algo lo tengo que repetir. Andrea.

Querido Niño Jesús: Me gustarí­a saber cómo se llamaban tu buey y tu mula. Valentina Querido Jesús: ¿Los pecados los marcas en rojo, como el profesor? Clara. Querido Jesús: ¿Cómo es que hací­as tantos milagros antiguamente y ahora ya no los haces? Jacobo. Querido Niño Jesús:¿Tú las cosas las haces antes de que se inventen? Daniela. Querido Jesús: Cuando hiciste al primer hombre ¿funcionaba bien como nosotros? Tomás.

Querido Jesús: Si no llegas a extinguir a los dinosaurios no habrí­amos tenido sitio nosotros en el mundo. Lo has hecho muy bien. Mauricio. Querido Jesús. Te mando una poesí­a: Te quiero porque con lo que nos das / vivir nos harás. / Pero me tienes que decir / ¿por qué nos dejas morir? Daniel. Querido niño Jesús: Yo soy italiano ¿y tú? Roberto.

Querido Niño Jesús: Gracias por el hermanito, pero yo lo que habí­a pedido era un perro. Gianluca. Querido Niño Jesús: ¿Cómo es que no has inventado ningún animal en los últimos tiempos? Laura. Querido Niño Jesús: Por favor, mándame un cachorrito. Nunca te he pedido nada. Lo puedes comprobar en tu computadora. Bruno.

Querido Jesús: Me gustarí­a que hicieras gente que no se rompa tanto. A mí­ ya me han puesto tres puntos y una inyección. Sandra. Querido Niño Jesús: A lo mejor Caí­n y Abel no se mataban si hubieran tenido una habitación cada uno. Con mi hermano funciona. Lorenzo. Querido Jesús: Si de verdad volvemos a vivir, por favor no me hagas como la Analiza Beccacci, que es una antipática. Diana. Querido Jesús: Hace mucho espero la primavera, pero todaví­a no ha llegado. ¡No te olvides! Silvia.

Querido Jesús: No te preocupes por mí­. Yo siempre miro a los dos lados antes de cruzar la calle. Tulio. Querido Niño Jesús: para mí­, la máquina de coser es uno de tus mejores inventos. Rosana. Querido Jesús: Seguro que para ti es dificilí­simo querer a todos en el mundo. En mi familia somos seis y yo no lo consigo. Violeta. Querido Jesús: A veces pienso en ti aunque no esté rezando. Ricardo.

Querido Niño Jesús: De todos los que trabajan contigo yo prefiero a San Pedro y San Juan. Rino. Querido Jesús: Me llamo Andrés y mi fí­sico es bajo, delgado, pero no soy debilucho. Mi hermano dice que tengo cara horrible; pero me alegro porque así­ no tendré una mujer que me esté molestando siempre y contándome sus chismes. Andrés.

Querido Niño Jesús: Ya no me he vuelto a sentir sola desde que he descubierto que existes. Nora. Querido Jesús: Hemos estudiado que Tomás í‰dison descubrió la luz; pero en la catequesis dicen que fuiste tú. Yo creo que te robó la idea. Darí­a. Querido Jesús: No creo que haya un mejor Dios que tú. Bueno, querí­a lo que lo supieras; pero no creas que te lo digo porque eres Dios ¿eh? Valerio.

Querido Jesús: ¡Qué listo eres! Todas las noches consigues poner todas las estrellas en el mismo sitio. Caterina. Querido Jesús: ¿Sabes que me gusta mucho como has hecho a mi novia Simonetta? Mateo. Querido Jesús: Yo creí­a que el naranja no pegaba con el morado. Pero luego he visto el atardecer que hiciste el martes. ¡Es magní­fico! Enrique. Querido Niño Jesús: Si me miras el domingo en la iglesia te enseño mis zapatos nuevos. Miguel.