En penales, Paraguay clasifica a cuartos de final


Después de un intenso partido, Paraguay definió su suerte en la fase de penales. FOTO AFP / Jewel Samad

La selección de Paraguay saltó hoy por primera vez en la historia a los cuartos de final de un Mundial, en Sudáfrica-2010, al vencer en el desempate por penales a Japón por 5-3, tras igualar sin goles en Pretoria en los 90 minutos y la prolongación.


El delantero de Paraguay Nelson Valdez celebra tras anotar un penalti. FOTO AFP / John MacDougallEl japonés Yuichi Komano (D) falló un penal. FOTO AFP / KITAMURA ToshifumiLos japoneses lamentaron su derrota frente a los paraguayos. FOTO AFP / Jewel SamadEl portero de Paraguay Justo Villar consiguió desviar un tiro al arco. FOTO AFP / CHRISTOPHE SIMONEl centrocampista del Paraguay Carlos Bonet (D) y el japonés Yasuhito Okubo dieron su máximo esfuerzo. FOTO AFP / JUAN MABROMATAEl defensa de Japón Marcus Tulio Tanaka (L) chocó con paraguayo Nelson Valdez (atrás). FOTO AFP / KITAMURA Toshifumi

Los guaraní­es jugarán con el ganador de la llave entre España y Portugal, el sábado en Johannesburgo, por un boleto en semifinales.

«Hemos sufrido mucho. Hemos hecho un gran esfuerzo. Es un paso más, pero no es todaví­a lo que queremos», dijo el entrenador de Paraguay, Gerardo Martino.

Anotaron desde los doce pasos para la Albirroja Edgar Barreto, Lucas Barrios, Cristian Riveros, Nelson Valdez y Oscar Cardozo.

Marcaron para los Samurais Azules Yasuhito Endo, Makoto Hasebe, Keisuke Honda, y falló Yuichi Komano.

Los 90 minutos fueron una insufrible combinación entre las enloquecedoras vuvuzelas y dos equipos que basan su estrategia en jamás desordenarse, mantener la cautela y la prudencia hasta la exasperación.

Si los artilleros por naturaleza no la embocan, como los guaraní­es Lucas Barrios o Roque Santa Cruz, o el nipón Keisuke Honda, no hay quien salve a dos equipos dominados por la extrema cautela y la carencia alarmante de audancia ofensiva.

Hubo en los 120 minutos, tan sólo dos entradas a fondo con remates fallidos de Roque Santa Cruz y Luvas Barrios y un súbito remate rasante de Keisuke Honda, que lograron sacar aunque sea por unos segundos al juego del pozo de aburrimiento, monotoní­a, falta de audacia y mediocridad en que estuvo sumido.

Las proyecciones laterales de Claudio Morel, la calidad para administrar el balón de Néstor Ortigoza, mientras estuvo en el campo, y los titanes defensivos Paulo Da Silva y Antolí­n Alcaraz fueron los argumentos de peso de los sudamericanos.

En el otro bando, liderados desde el fondo por Marcus Tanaka y Yuji Nakazawa, los japoneses se plantaban con Yuki Abe como un guardia pretoriano -y nunca mejor usado el término en esta ciudad-, mientras Daisuke Matsui y Yasuhito Endo luchaban realmente como guerreros samurais en el medio juego.

En el alargue, se lo perdió en la boca del arco Nelson Valdez y otro tiro de Honda forzó a Villar a desviar al corner.

Cuando Barrios se filtró en el área nipona y le tiró a quemarropa al cuerpo del arquero, Eiji Kawashima supo poner las piernas arrojándose al suelo.

Se despertaron otra vez de la ensoñación los centenares de paraguayos en las tribunas cuando un rebote de la defensa asiática, tras un centro aéreo le aterrizó en los pies como un regalo del cielo a Santa Cruz, pero al hombre que suele ser implacable se le torció el remate hacia afuera.

Tanta precaución en Paraguay no era capaz de producir una jugada desequilibrante y convertir la tenencia del balón en un culto vací­o, con pases laterales a Carlos Bonet, a Claudio Morel, a Cristian Riveros.

Honda habí­a sido el único en darle algún susto a Justo Villar, con un tiro sorpresivo y rasante de media distancia, en una noche apacible para el guardameta, custodiado por dos titanes del marcaje como Alcaraz y Da Silva.

Y fue Paraguay el que soltó las amarras, el que se atrevió a quebrar esa monotoní­a adormecedora, al adelantarse unos 20 metros en bloque hacia el arco de Kawashima, porque entró Nelson Valdez y le dio otra dinámica.

Cambió el partido porque Riveros empezó a animarse a poner en acción su mejor técnica, a puro corazón, pero hacia adelante, como se proyectaba con potencia Claudio Morel por su lateral.

Pero el DT argentino de Paraguay, Gerardo Martino, se desesperaba en el rectángulo fuera de la cancha, con gritos y gestos de enojo porque la audacia mayor no daba frutos, porque los supercabeceadores guaraní­es no podí­an meter ese cabezazo salvador.

Paraguay – Japón 5 – 3


Tiros desde el punto penal:

Paraguay: Barreto, Barrios, Riveros, Nelson Valdez, Cardozo

Japón: Endo, Hasebe, Honda. Falló Komano

Estadio: Loftus Versfeld (Pretoria)

Campo: bueno

Clima: nublado

Iluminación: buena

Espectadores: 36.742

írbitro: F. De Bleeckere (BEL)

Amonestaciones:

Paraguay: Riveros (118)

Japón: Matsui (58), Nagatomo (72), Honda (90 3), Endo (113)

Alineaciones:

Paraguay: Justo Villar (cap) – Carlos Bonet, Paulo Da Silva, Antolí­n Alcaraz, Claudio Morel Rodrí­guez – Néstor Ortigoza (Edgar Barreto 75) – Roque Santa Cruz (Oscar Cardozo 94), Enrique Vera, Cristian Riveros, Edgar Bení­tez (Nelson Valdez 60) – Lucas Barrios. DT: Gerardo Martino.

Japón: Eiji Kawashima – Yuto Nagatomo, Yuji Nakazawa, Tulio Tanaka, Yuichi Komano – Yuki Abe (Kengo Nakamura 81) – Makoto Hasebe (cap), Daisuke Matsui (Shinji Okazaki 65), Yasuhito Endo, Yoshito Okubo (Keiji Tamada 106) – Keisuke Honda. DT: Takeshi Okada.