En México, sobrevuelan helicópteros con francotirador


La policí­a mexicana intenta detener a toda costa a unos ladrones que huyen en vehí­culo.FOTO LA HORA:  AFP Luis ACOSTA

Helicópteros con un francotirador a bordo sobrevuelan diariamente Ciudad de México, en un operativo especial contra el robo de autos considerado «desproporcionado» por algunos expertos, aunque haya logrado reducir en 20% este delito.


Ciudadanos observan indiferentes cómo un policí­a apunta su rifle hacia ellos mientras vuela colocado de pie sobre un patí­n de la aeronave a escasos 30 metros del suelo, comprobó ayer un periodista que siguió desde otro helicóptero uno de los patrullajes por el populoso barrio de Iztapalapa.

Durante 30 minutos, el francotirador, el piloto y el radioperador escudriñan partes de esta urbe de 8,7 millones de habitantes con el objetivo de prevenir el robo de coches, un delito que vení­a creciendo con fuerza.

Los helicópteros intervienen en «persecución, detección y ubicación de algún vehí­culo», pero su función es fundamentalmente «disuadir» a los delincuentes de cometer el robo, dijo el superintendente Luis Rosales Gamboa, coordinador de este operativo que arrancó el 13 de febrero.

Ahora los ladrones no se arriesgan a un enfrentamiento «porque nuestro armamento es más sofisticado. Son armas largas con mayor capacidad de penetración que un arma de cualquier delincuente, como una pistola o un revólver», advirtió.

Los tiradores «selectos» entrarí­an en acción sólo en una situación de riesgo para los compañeros en tierra y hasta ahora no han tenido que hacerlo, recalcó.

En caso de ser necesario, no todos los implicados tienen la misma confianza en acertar el tiro.

«Hemos hecho una capacitación de seis meses y todaví­a seguimos formándonos. Podemos alcanzar un blanco desde 150 metros de altura a pesar del movimiento del helicóptero» y del sujeto perseguido, explicó el policí­a Ví­ctor Quirós, fusil en mano y con un pasamontañas tapándole la cara.

Un compañero, el agente César Aguilar, no lo tiene tan claro y opina que «disparar desde el aire es muy difí­cil».

Los francotiradores vuelan de pie y en posición de disparo «para hacer presencia y que la gente tenga la seguridad de que los protegemos», dijo por su parte el capitán al mando del operativo, Francisco Tamés.

Cuatro helicópteros –en operación unas 12 horas diarias– y los otros 1.500 agentes que completan por tierra el operativo patrullan por toda la ciudad centrándose en las áreas con mayor incidencia de robos.

Los resultados han sido magní­ficos e inmediatos, destacó el superintendente.

«A principios de enero andábamos en 80 vehí­culos robados diarios, con y sin violencia (…) Empezamos el operativo y en un mes logramos reducir el promedio a 64 vehí­culos», es decir 20% menos, detalló Rosales.

En Ciudad de México, por donde transitan a diario más de 4 millones de vehí­culos, se recuperaron en ese mes 94 autos y se capturó a 149 presuntos ladrones, según la secretarí­a de Seguridad Pública capitalina.

Las cifras oficiales son puestas en duda por algunos observadores, que además afirman que el despliegue de helicópteros con armas largas es un riesgo desproporcionado para este tipo de amenaza en una ciudad donde abundan otros delitos más graves como el secuestro.

«Es más espectacular que real. Me parece una exageración y un abuso del uso de la fuerza (…) El objetivo habitual del robo es el vehí­culo mismo, no enfrentarse con la autoridad», dijo Martí­n Barrón, experto en seguridad pública del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), un organismo público autónomo.

Barrón y los mandos policiales coinciden en que la mayorí­a de los autos se roban para venderlos por piezas o para enviarlos a otros estados o al extranjero.

El analista cree que todo es una operación de imagen del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que gobierna la capital, para las elecciones legislativas de julio.