Un Sistema de Alerta Temprana e Información Nacional para las comunidades en situación de riesgo es esencial para enfrentar las catástrofes naturales sin la necesidad de lamentar pérdidas humanas.
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En 2007, el sistema meteorológico auguraba una catástrofe sin precedentes: vientos de 160 kilómetros por hora, olas de hasta 23 metros de altura y una lluvia pertinaz que no se detenía. Los pronósticos no eran favorables para Cuba, la pequeña isla del Caribe ubicada en el recorrido del huracán Ike.
Tras el paso del fenómeno, la mayor parte de la infraestructura civil y vial resultó dañada, al punto que todavía hoy los cubanos no consiguen reponerse de las pérdidas materiales. Pero a diferencia de lo que ocurrió en Guatemala con una tormenta, los isleños no lamentaron más que la pérdida de siete vidas humanas con un huracán de alta intensidad.
¿Por qué? Cuba, como cualquier nación, no es inmune a la furia de la naturaleza, pero sí está preparada con un sistema de logística que aplica a situaciones de riesgo, como catástrofes naturales y emergencias nacionales, para prevenir a la población de los riesgos a los que está expuesta.
En ese sentido, la comunicación y los sistemas de información juegan un papel primordial en los planes contra los embates de la naturaleza.
Los ciudadanos tienen información actualizada sobre las amenazas de huracanes, los planes de evacuación en las áreas de riesgo y los proyectos de reconstrucción. Todo les permite tomar las decisiones pertinentes para no tener que exponer su vida a riesgos innecesarios.
Por otro lado, en Guatemala, tras la erupción del volcán de Pacaya y la tormenta tropical Agatha, fue evidente la falta de un alerta general a la población y el nulo aprovisionamiento de alimentos, agua y otros recursos emergentes para dar respuesta a las necesidades de la población que acudió a los improvisados albergues.
De esa cuenta 179 personas perdieron la vida, 231 mil 048 resultaron damnificadas y otras 92 mil 936 fueron albergadas.
Al respecto, el analista Sergio ílvarez señala que la ausencia de un sistema de información con alcance nacional podría evitar que decenas de personas mueran durante las situaciones de riesgo, como las que se presentaron hace unas semanas.
«Los guatemaltecos se preocuparon por la arena del volcán y pocos sabían que para el día siguiente se esperaban las lluvias previas de la tormenta Agatha. Las autoridades reaccionaron tarde, y el agravante en la actitud irresponsable es que su principal obligación es prevenir», refiere.
Durante la tormenta, la mayoría de los pobladores de las zonas de riesgo no sabía cómo reaccionar y prueba de ello es que una buena cantidad permaneció expuesta a los riesgos, contrario a lo que se recomienda en esas situaciones, explica ílvarez.
ALERTA TEMPRANA
El experto en prevención, Juan Carlos Villagrán de León, en la publicación «Inundaciones, lineamientos generales para su manejo», da cuenta de la importancia de un Sistema de Alerta Temprana (SAT), que implementado rigurosamente minimiza las pérdidas materiales y vidas humanas durante el paso de los fenómenos naturales sobre los poblados.
El SAT está integrado por la instrumentación, sociedad civil e instituciones; las organizaciones técnico científicas evalúan los fenómenos naturales usando instrumentos, «y pueden emitir un alerta con respecto a un posible evento».
Mientras tanto, las instituciones de defensa civil o protección civil, alertan a la población, la cual responde vía la evacuación hacia refugios seguros e implementando medidas para minimizar las pérdidas.
Guillermo Ramírez Becerra, periodista y escritor mexicano, en su libro «Catástrofe», evalúa una política obligatoria de aprovisionamiento de albergues con servicios sanitarios, agua potable, orden, disciplina, seguridad e higiene dentro de los centros de atención.
Con una amplia trayectoria en catástrofes naturales, el periodista destaca la información como una herramienta fundamental para evitar consecuencias mortales en los fenómenos naturales.
PREVENCIí“N
Eduardo Velásquez, del Centro de Estudios Urbanos y Rurales (CEUR) de la Universidad de San Carlos, opina que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y la Secretearía General de Planificación y Programación deberían preparar un SAT, que funcione de forma paralela con un Sistema Nacional de Información.
Acerca de la evacuación de las poblaciones, el profesional considera que, además de los planes y proyectos de prevención es necesaria una ley para obligar a las poblaciones a evacuar en las áreas de riesgo.
No obstante, la Conred debería coordinar desde ya el plan informativo de carácter nacional, sin necesidad de un marco legal específico, debido a que en la actual temporada invernal desde ya se esperan 8 huracanes y 10 tormentas tropicales.
«Es imprescindible que la población tenga acceso a la información sobre las previsiones meteorológicas; es un derecho de los ciudadanos y una obligación de las autoridades».
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) urgió ayer a las autoridades de Guatemala a implementar políticas para un manejo integral de las 35 cuencas hidrográficas con que cuenta el país.
«El manejo adecuado e integral de las cuencas en el país es algo, además de urgente, imprescindible para reducir la vulnerabilidad de miles de personas, de cultivos y actividades económicas», afirmó en un comunicado el Representante de la FAO en Guatemala, Iván Angulo.
El manejo integral de las cuencas debe ir acompañado de acciones y políticas de gestión de riesgo, para evitar pérdidas como las que dejó la tormenta Agatha al país a finales de mayo pasado, acotó el funcionario.
Según cifras oficiales, el fenómeno dejó 275 muertos y desaparecidos, alrededor de 226 mil damnificados y pérdidas económicas millonarias.
«Guatemala es un país cuya localización y geografía lo hacen vulnerable a los efectos del cambio climático», destaca la información.
La falta de un manejo integral ha causado la degradación de las cuencas hidrográficas, con impactos negativos en cuanto a pérdidas de vidas, afectación económica y agravamiento de la inseguridad alimentaria de las comunidades que viven en laderas o cerca de los cauces de los ríos.
«Entre las principales causas de esta degradación se encuentran la pérdida vegetal, la ausencia de obras de conservación de suelos, el crecimiento demográfico, sistemas inadecuados de producción, la falta de educación ambiental y la inestabilidad de políticas en materia de recursos naturales, ambiente y agricultura», agregó Angulo.
«Se debe favorecer la sostenibilidad del manejo de los recursos naturales, fomentar el desarrollo rural sostenible y garantizar un nivel satisfactorio de seguridad alimentaria», subrayó Angulo.
Las lluvias que cayeron en Guatemala provocaron nuevas inundaciones, derrumbes, hundimientos y cuantiosos daños en la infraestructura vial, así como un nuevo agujero en la capital guatemalteca, según datos oficiales divulgados ayer.
En la capital, donde al menos 250 viviendas resultaron inundadas, se registró un nuevo agujero de 12 metros de largo y 4 de profundidad, informó el vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Carlos Bianchi.
Este se suma a otro espectacular socavón que se produjo hace poco más de dos semanas tras el paso de la tormenta tropical Agatha, de más de 20 metros de diámetro y unos 30 metros de profundidad.
También se registraron dos derrumbes, mientras que la saturación de los drenajes anegaron calles y avenidas, además, un centenar de vehículos quedaran atrapados en las correntadas, generando caos vial en diferentes zonas.
Las lluvias afectaron el interior del país, donde se reportan daños en dos puentes ubicados en rutas principales del sur y suroeste.
Mientras tanto el secretario Ejecutivo de la Conred, Alejandro Maldonado, afirmó ayer a diputados que en los últimos días se habilitaron 153 albergues, donde se refugian 18 mil personas, indicaron radionoticieros locales.
Asimismo, hay cuatro ríos desbordados. Uno de ellos es el río Motagua, que cruza al menos cuatro departamentos, que subió cuatro metros por encima de su nivel normal, poniendo en riesgo a unos 30 mil habitantes de Zacapa y Chiquimula, informaron las autoridades de esas áreas a medios locales.
«Se mantiene un monitoreo constante sobre los ríos que presentan mayores niveles de crecimiento. Además, nosotros estamos en alerta naranja institucional», puntualizó Bianchi.
Guatemala todavía no se ha recuperado del paso destructor de la tormenta tropical Agatha, que dejó 275 muertos y desaparecidos y miles de damnificados, hace poco más de dos semanas.
Frente a la expansión de la telefonía celular, surge la posibilidad de implementar un sistema nacional de avisos por vía de mensajes de texto a terminales móviles, como ya lo hacen varios gobiernos en alianzas estratégicas con compañías de comunicación.
En Guatemala, el teléfono celular se utiliza en todo el territorio nacional y existe una amplia demanda de servicios de comunicación e información, de tal cuenta que un mensaje de texto puede llegar hasta zonas remotas, donde la televisión y la radio no tienen alcance.