El primer proyecto que el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer ha diseñado para España, un innovador centro cultural internacional en la localidad de Avilés (norte), da sus primeros pasos este viernes coincidiendo con el centenario del artista.
El Centro Niemeyer organiza este viernes el Foro Mundial de Centros Culturales, una «cumbre» con ocho de las instituciones del ramo más prestigiosas del mundo, con el objetivo de trabajar juntas compartiendo iniciativas culturales.
El Centro Pompidou de París, el Lincoln Center de Nueva York, la Opera de Sydney, la Biblioteca de Alejandría, el Barbican Center de Londres, el Tokyo International Forum y el Hong Kong Cultural Center tejerán esta inédita red con el Niemeyer.
De ello hablarán sus directores el viernes y sábado en Avilés, pequeña ciudad de algo más de 80 mil habitantes enclavada en el Principado de Asturias.
Y esto antes de que el Centro exista: su construcción empezará en marzo y se prevé que esté lista en dos años.
Además de querer ser un complejo cultural de vocación internacional, pretende «regenerar una ciudad bastante machacada por la reconversión industrial» y la consiguiente pérdida de empleos con una oferta cultural y de servicios fuerte y con el turismo, explicó Joan Picanyol, subdirector del Centro.
De hecho se construirá en un espacio de más de 44 mil metros a orillas de la ría de Avilés, donde en los 50 se instaló la desaparecida siderúrgica Ensidesa, a imagen del museo Guggenheim de Bilbao, construido hace 10 años en el degradado puerto de la ciudad vasca.
«En eso sí nos parecemos mucho», y en tener como sede edificios de arquitectos-artistas, reconoció.
Pero el Niemeyer y el Guggenheim «se parecen poco a nivel de contenidos: no vamos a hacer un museo, sino un centro cultural», aclaró.
«No tenemos un tema en que especializarnos, no tenemos un fondo permanente de obras. Queremos ser un centro absolutamente multidisciplinar» donde puedan verse exposiciones de arte y ciencia, teatro, música, congresos y eventos al aire libre.
En eso «no competimos con ningún otro museo español», aseguró.
¿Cómo nació esta iniciativa? De un regalo que Oscar Niemeyer (Río de Janeiro, 15 de diciembre de 1907) hizo a la Fundación Príncipe de Asturias en 2005, coincidiendo con el 25 aniversario de la institución, que lleva el nombre del heredero de la Corona española.
El arquitecto, que el 15 de diciembre cumplirá 100 años en plena actividad, recibió en 1989 el premio Príncipe de Asturias de las Artes.
El gobierno regional, que financiará el proyecto, valorado en 30,5 millones de euros, decidió que el diseño de Niemeyer se dedicara a un centro cultural de proyección internacional y que se emplazara en Avilés para unir el objetivo cultural al económico.
El Centro estará compuesto de una galería de 4 mil m2 que competirá con la Tate de Londres, un auditorio para mil espectadores, un centro de congresos, cines, un mirador con un restaurante y una plaza.
Se ha dotado además de un consejo asesor formado por Woody Allen, el científico Stephen Hawking, el presidente de Google, Vinton Cerf, y los escritores Norman Mailer y Paulo Coelho.
Gestión, programación, nuevas tecnologías y márketing son los temas que se debatirán en Avilés junto con expertos como el director adjunto del Aspen Institute y el director de la London School of Economics.
El creador de la ciudad de Brasilia en los años 60 no acudirá al encuentro pero estará presente a través de un mensaje en vídeo que será transmitido durante la reunión.
«Niemeyer está absolutamente volcado con esta obra, ha dicho que es su obra más querida y a la que más cariño tiene», aseguró Picanyol, que conviene en que la maqueta muestra dos edificios en forma de «pan de azúcar» inspirados sin duda en las vistas de la bahía de Río de Janeiro que puede contemplar Niemeyer desde su despacho.
«Insiste en que va a venir a la colocación de la primera piedra, pero no sabemos si sus médicos lo van a permitir», apuntó.
Joan Picanyol
subdirector del Centro