La ciudad de Antigua Guatemala, del departamento de Sacatepéquez, de aspectos coloniales, es muy bella y frecuentada durante todos los días de cada año por millares de turistas que llegan con propósitos recreativos, para pasar la luna de miel, o bien con motivo de estudiar su riqueza arqueológica.
Los antigüeños están prendados de su atractiva ciudad y son muy celosos de su aspecto colonial, pero alguna gente adinerada ha pretendido innovar la construcción de casas con estilo modernista, lo cual ha provocado reacciones de rechazo a dichas pretensiones de parte de la población, la que recurre a una entidad que específicamente se encarga de oponerse a todo cuanto disuena de cambiar las características que admiran y atraen a los visitantes del ámbito interior y del exterior.
Un periódico, titulado Proceso, que circula en el mencionado departamento situado a corta distancia de esta capital, da la idea del interés que tienen los antigüeños por mantener los valores que entrañan los diferentes lugares de la jurisdicción departamental, no solo en lo que hace a la ciudad de Antigua Guatemala.
En la edición de abril retro próximo de la citada publicación, aparecen dos informaciones-denuncias respecto de problemas que han surgido en la finca La Chacra y, también, en San Bartolo Becerra. Ambos lugares están ubicados en las goteras de la ciudad.
En La Chacra el problema es con el propietario de la heredad, sacerdote Ricardo José Felipe Sáenz Cóbar, quien, según la información periodística, ha celebrado un contrato para realizar una construcción al margen de la ley, obra que afectará a los vecinos. Y se explican ampliamente las razones con base en las cuales se están oponiendo los moradores de los contornos del inmueble, auxiliados por abogado y virtualmente por toda la comunidad. Los planos que fueron elaborados violan flagrantemente la ley, como hacen notar los afectados por los trabajos de construcción. Se indicas que evidentemente el alcalde y la mayoría de concejales de Antigua lo aprueban todo por mera complacencia y por intereses no confesados.
El asunto en mención ha sido puesto en conocimiento del Consejo Nacional para la protección de la Antigua Guatemala, incluso se ha interpuesto una denuncia ante el Ministerio Público, pero infortunadamente hasta hoy no se ha actuado como corresponde de acuerdo con la ley la que, precisamente, ha sido objeto de violaciones impunemente, según se afirma.
En la obra de referencia y en la gente oficial y privada que tiene vela en el entierro; es decir, en la edificación de la finca La Chacra, se viene produciendo una danza de numerosas millonadas de quetzales. Y llama la atención el hecho de que han estado cambiando los planos en razón de las irregularidades que se atribuyen a los profesionales de la ingeniería que cuentan con el consenso del dueño de la heredad.
El caso de San Bartolo Becerra, del que se informa con detalles y se comenta en una página del periódico Proceso bajo el título Orgía en San Bartolo, se hace ver que hay fuerte oposición a un negocio de la empresa denominada Lindove, S.A., de la cual es representante Linda Maribel Zelaya Vides. Contra el establecimiento, no mencionado claramente por cierto, un vecino hizo una denuncia ante el Ministerio Público, argumentando que se produce una serie de desorden y de escándalos. Concretamente. El abogado Edgar Búcaro Nowel, que patrocina al Consejo Comunitario (COCODE) barrio del Espíritu Santo de la ciudad de Antigua, dice que el oscuro negocio aludido es un problema de ruido excesivo, de daño ambiental y de venta de licores, al que llegan desde el mediodía jóvenes varoniles y femeniles en flamantes automóviles; son de edades que oscilan entre 14 y 23 años. Hay un aparcamiento de vehículos de personas desconocidas que exhiben armas agresivas y que cobran Q50 por el estacionamiento per cápita. Muchos vecinos sufren insomnio por los grandes escándalos que se provocan en el negocio de la empresa Lindove, S.A. Se ha visto a un camión de limpieza, por las mañanas, recogiendo no pocas botellas vacías, condones, desechos de comida y basuras en general, lo que demuestra la clase de centro nocturno de vicios, de donde provienen a altas horas de la noche las voces Satán, Satán, Satán, al compás de verdaderos retumbos de música estridente a gran volumen.
Total, son serios los problemas de la finca La Chacra y de San Bartolo Becerra. Las autoridades edilicias de Antigua Guatemala y las del gobierno nacional deben solucionar adecuadamente, en el marco de la justicia, tan deplorable situación. Dentro de la ley, ¡todo! Fuera de la ley, ¡nada!