En Estados Unidos, el amor por las armas se lleva a la vista


Los defensores del porte de armas de fuego de Virginia (este) nunca fueron tan felices, y no dudan en «hacer valer su derecho» de exhibir su arma en público.


En una pizzerí­a de Falls Church, a las afueras de Washington, miembros de la liga de autodefensa de Virginia (VCDL), celebran, pistola en la cintura, la próxima adopción de una medida que liberaliza el porte de armas en los bares y restaurantes del este estado de la costa este.

«Poseer un arma es cada vez más popular», asegura Philip Van Cleave, presidente de la VCDL, que lleva en la cintura una semiautomática del calibre 40.

El temor de que el gobierno de Barack Obama restringiera el derecho de las armas, cuyas ventas aumentaron tras la elección del presidente, no se materializó, al contrario: «hasta ahora (Obama) no ha hecho nada que justifique que nos preocupemos», afirma a la AFP Van Cleave.

El gobierno demócrata incluso dio luz verde al porte de armas en los parques nacionales y los trenes (en el equipaje). En cuanto a la Corte Suprema, tras autorizar el porte de armas de puño en Washington, el órgano se plantea extender este derecho a los pocos estados o comunas donde está limitado.