Donde nunca puede haber una luz al final del túnel porque es un túnel sin final.
Donde las mujeres y los niños son enemigos naturales de los ombres sin hache.
Donde paranoicos grupúsculos civiles de extrema derecha, todavía en pie de guerra, paramilitares, neofascistas, racistas (se autodenominan “blancos”), acomodaticios vencedores de la guerra sucia, pretenden volver al terrorismo de Estado y a las faenas -remuneradas o no- de los escuadrones de la muerte.
Donde no pocos sindicatos de trabajadores estatales son mafias legales encubridores de corrupción, privilegios laborales y salariales.
Donde el pequeño contribuyente, aunque no facture porque ningún dinero cobra, debe pagar contador y atenerse a multa (o cárcel) si no “declara”.
Donde todo anuncio comercial en particular y la oferta consumista en general aplican restricciones explícitas o virtuales al 95 por ciento de la estructura social.
Donde así como se niega el genocidio, igual se niega el racismo, el ecoterrorismo, el calentamiento global y el cambio climático, el fracaso del capitalismo atroz…
Donde un diputado -cara nueva, de solo diecinueve (19) añitos, empezó su ejemplar carrera parlamentaria con transfuguismo y negocios turbios. Aunque usted no lo crea.
Donde jerarcas militares contrainsurgentes y violadores de los derechos humanos, sin transición, estructuraron el crimen organizado; o sea, de la guerra sucia pasaron, sin transición, al sangriento y corruptor apoderamiento, también impune, de buena parte de la economía nacional y transnacional.
Donde los males duran más de cien años, hay un pueblo que los aguanta y, también, tropieza dos veces con la misma piedra.
Donde una mayoría de habitantes sobrevive por debajo de la línea de pobreza extrema, mientras para una selecta minoría de millonarios la vida es bella. Ambos grupos herederos del materialismo histórico, con o sin el odioso fantasma de Marx (Karl).
Donde la poesía y los poetas, el arte y los artistas, la literatura y los escritores son excentricidades más o menos soportables, en alguna medida escamoteables.
(Con información de mi maestro y colega, doctor Perorgullo Pérez y Pérez.)