En el país de la eterna, llamado Guateanómala (10)


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Donde las ciudades son prolongaciones ruidosas de los cementerios. Pero no camposantos, todavía no.

Donde la famosa vía del diálogo en realidad es un atajo, o un túnel, o un camino de terracería interrumpido por derrumbes y hundimientos, infestado de francotiradores y de asaltantes violadores.

René Leiva


Donde el largo brazo de la ley no llega ni a los bordes de un sucio escritorio.

Donde “enriquecimiento ilícito”, obviamente, es una redundante, un pleonástico pleonasmo, una tautológica tautología.

Donde entre el capitalismo teórico que inculca cierta universidad de élite y el capitalismo salvaje, real, de carne y hueso… media un purgatorio de diferencia.

Donde siempre hay mucha más tela que cortar que tela cortada.

Donde para depurar o aniquilar a la bestia inmunda de la política actual -políticos, partidos, ejercicio del poder- se necesitan a no menos de cinco (5) generaciones sucesivas de hombres y mujeres excepcionales dispuestos a una lucha desigual contra el viejo pero poderoso monstruo.

Donde los delincuentes no necesitan defensores, ni pagados ni oficiosos, porque para eso están los jueces, para absolverlos el mismo día (y si fuera posible, en el propio lugar de los abominables hechos).

Donde a cierta izquierda al perder la lucha se le esfumó la utopía.

Donde para mis amigos la danta, el rinoceronte y el lagarto es imposible que su milenario y noble cuero pueda competir con el cotizado cuero de diputado.

Donde al vitalicio Alcalde capitalino los espurios “canales guatemaltecos” de televisión le hacen propaganda, publicidad y apología servil con el burdo disfraz de información “objetiva”.

Donde el diálogo sí está agotado, consumido, acabado; y habría que construir otro, con materia prima importada, mejor diseñado y sin fecha de caducidad.

Donde la vida, la vida, ciertamente es bella; pero la existencia, ciertamente, es terrible, inhumana, feroz, alevosa, apenas soportable…

(Con el inevitable auspicio informático de Perogrullo Pérez y Pérez.)

–La entrega anterior se diagramó sin el número respectivo (9), que fue omitido–