Hemos escuchado a muchas personas que tienen, de verdad mucha esperanza de que la situación en el paí­s cambie, no solo de violencia, pobreza, falta de empleo, desarrollo, sino que haya paz y democracia. Esperando que las personas que tienen estas esperanzas, no sólo para este año 2008 sino para los próximos cuatro años de gobierno se haga realidad, porque es necesario para todos y todas las guatemaltecas. Mientras que habremos otros y otras guatemaltecas, que tenemos que trabajar mucho para subsistir sin esperar nada del gobierno, y tenemos que cumplir con el pago de nuestros impuestos, sin saber del todo hacia dónde van éstos.

Queremos referirnos a algo que hemos venido observando, por los medios de comunicación, sobre el anuncio del nuevo gabinete de gobierno; y como de última hora se han sacado de la manga a la nueva Ministra de Educación, que obedece, nos imaginamos, ya a los señalamientos y crí­ticas que se han venido haciendo, de que es un gabinete 95% de hombres desde nuestra observancia, y no hay mayor representatividad de las mujeres.

En un reportaje que se le hiciera a ílvaro Colom, leí­amos que su esposa es una buena profesional, evidenciando mucha admiración por la inteligencia de su esposa, y que quienes la critican más son las propias mujeres. Nosotras creemos que no es crí­tica, ni campañas negras, como en la campaña electoral para las elecciones, ni tampoco señalar que sea sólo su esposa la que esté haciendo gobierno, sino que se debe tener equidad y transversalidad en los puestos de decisión, donde las mujeres pueden ejercer con mucha capacidad estos cargos públicos. Porque demostrada está la capacidad de las mujeres para gobernar, porque lo podemos ver ya en algunos paí­ses latinoamericanos y otros a nivel mundial, donde las mujeres están asumiendo cargos de mando en sus paí­ses.

Por lo que desde nuestra visión, no se trata solamente de la presencia o participación de determinados sectores, se trata de la representatividad de todos los sectores sociales, debemos de estar representados, y tener puertas abiertas, para exponer y plantear nuestras necesidades y demandas, sobre todo de aquellos sectores más vulnerables y menos poseí­dos en el paí­s.

Finalmente nuestro enfoque es hacia la presencia y participación de las mujeres como funcionarias públicas, que evidencie una sociedad pluralista, democrática sin sesgos de patriarcado, al cual hemos estado sometidas las mujeres desde la conformación de las sociedades en Guatemala y en el mundo entero.