En crisis el barómetro del arte


La Frieze Art Fair de Londres, que con sus arriesgadas propuestas se ha impuesto entre las citas más importantes, y las subastas organizadas simultáneamente, permitirán medir esta semana el estado del mercado del arte contemporáneo cuando el resto del mundo sale de la crisis.


Un total de 165 galerí­as especializadas en nuevas tendencias de 30 paí­ses -entre ellas cuatro de Sao Paulo (Brasil) y dos de Madrid- participarán en la séptima edición de esta feria que se inaugura el jueves en una inmensa carpa erigida en el majestuoso Regent»s Park, por la que durante cuatro dí­as deberí­an pasar más de 60.000 personas.

La muestra, en la que coleccionistas, marchantes, crí­ticos y aficionados podrán descubrir obra de un millar de los artistas vivos más contemporáneos, será seguida este año con particular atención porque podrí­a ser la primera que sufre realmente el impacto de la crisis.

«Creo que va a notar el golpe», opinó Christopher Battescombe, director de la Sociedad de marchantes de arte de Londres. «Ha sido un año mucho más difí­cil para el arte contemporáneo (…) que ha sufrido más que otros sectores por la recesión», agregó.

En la última edición, los efectos de la crisis fueron menores de lo previsto y «las ventas superaron las expectativas».

Los organizadores, sin embargo, no publican cifras desde 2006, año en que comenzó el «boom» del arte que tuvo su punto culminante en septiembre de 2008 con la histórica subasta de obra de Damien Hirst, quien se embolsó casi 200 millones de dólares en 24 horas.

El contexto actual hizo que Frieze perdiera este año casi 30 galerí­as, entre ellas varias estadounidenses, reemplazadas por otras de paí­ses como Rumaní­a, Corea del Sur o Dubai. Para compensar, también se dobló el espacio inicialmente previsto para la nueva sección «Frame», donde las galerí­as con menos de seis años de existencia podrán presentar a un artista emergente.

«Ya el año pasado hubo algo de desafecto en Frieze. Muchas galerí­as estadounidenses se van a FIAC (que se celebra del 22 al 25 de septiembre en Parí­s)», declaró al diario The Guardian una de las responsables de The Art Newspaper, Georgina Adam, para quien el mercado, pese a estar «bajo», no «está apagado y registra algunas señales de mejorí­a».

Coincidiendo con Frieze, las principales casas de subastas de Londres organizan como cada año sus principales ventas de arte contemporáneo en esta semana, y numerosos museos y galerí­as programan muestras importantes.

Artprice.com, especializada en información sobre el mercado del arte, señaló que estas subastas «permitirán una evaluación exacta de la salud del mercado» tras los «resultados mediocres» de las primeras ventas de septiembre.

En 2008, Christie»s y Sotheby»s registraron ventas por valor de 80 millones de dólares en estas fechas, según la misma fuente.

Pero ambas parecen tener este año ambiciones más modestas y esperan ingresar sólo 33 millones de libras (50 millones de dólares) en los remates previstos en la «semana Frieze», en los que destacan las obras del desaparecido alemán Martin Kippenberger («Paris Bar», 1,2 millones de libras) y del cotizado británico Peter Doig («Pine House», 2,5 millones de libras) que Christie»s pondrá bajo el martillo.

Los aficionados que no tengan dinero para comprar, podrán disfrutar también con las exposiciones de Damien Hirst en la Wallace Collection, Ed Rusha en The Hayward Gallery, Anish Kapoor en la Royal Academy, entre otros artistas que animan el mercado del arte.