Desde hace meses, personas vinculadas al sector oficial, vienen impulsando el llamado pacto fiscal, que aunque se disfrace con muchos pretextos, su objetivo es aumentar las cargas tributarias. Todo indica que están en marcha reformas al Impuesto Sobre la Renta que esencialmente afectará a la clase trabajadora, especialmente a los laborantes en relación de dependencia con ingresos entre 3 y 6 mil quetzales mensuales.

Asimismo, se ha revelado la intención de modificar la ley del IVA, los impuestos de importación y circulación de vehí­culos, así­ como otros rubros impositivos.

El pasado fin de semana, durante la Asamblea del Poder Ciudadano celebrada en Puerto Cortés, Honduras, el presidente de ese hermano paí­s, el ingeniero Manuel Zelaya Rosales, al hacer referencia a la crisis mundial declaró que el problema del petróleo está desangrando a nuestros pueblos. Categóricamente señaló que Honduras ya no puede pagar la factura petrolera, por lo que exhortó a los diversos núcleos de la población a adoptar medidas de ahorro en combustibles y energí­a.

El Presidente de Honduras dijo que su gobierno no ha aumentando los tributos y que en cambio rebajó los impuestos a los combustibles. Comentó que su gobierno propicia otro tipo de medidas como limitar la importación de artí­culos suntuarios o de lujo.

El gobierno de Costa Rica del presidente í“scar Arias, también está promoviendo una iniciativa de ley para eliminar o reducir el impuesto al diésel, que es el combustible que constituye la columna vertebral para el funcionamiento del transporte de carga y de pasajeros.

En Estados Unidos y en algunos paí­ses de Europa, también se ha incentivado la devolución o reducción de impuestos, a efecto que los ciudadanos tengan mayor capacidad de pago para enfrentar la difí­cil situación económica.

Aunque el presidente Colom aplazó el lunes pasado el enví­o al Congreso del Proyecto de Reforma Fiscal, ya comenzaron las acciones de rechazo contra ese nuevo paquete tributario. El señor Carlos Zúñiga, presidente de la influyente Cámara del Agro y ex presidente del CACIF, o sea la coalición de cámaras empresariales del paí­s, declaró de manera categórica su oposición al proyecto considerando que en la actual época de vacas flacas por el fenómeno de los altos precios del petróleo, no es el momento para incrementar las cargas tributarias sino ayudar a los guatemaltecos a que salgan adelante pues aun no se conoce la verdadera magnitud de la crisis hacia el futuro inmediato.