En caso de terremoto: el Triángulo de la Vida


   Según reportes del Insivumeh, durante un perí­odo de 11 dí­as ocurrieron más de mil microsismos en Guatemala, además de los temblores que han sido sensibles, especialmente en la capital y el Oriente del paí­s, sobre todo en Jalpatagua, Jutiapa, donde varias viviendas se han derrumbado o deteriorado.

Eduardo Villatoro
eduardo@villatoro.com

Estos fenómenos naturales que a veces son catastróficos, como el acontecido en Guatemala en 1976, con alrededor de 25 mil muertos, me motivó a compartir con ustedes en forma resumida las recomendaciones que en casos de terremoto sugiere Doug Copp, experto en Mitigación de Desastres, quien ha estado dentro de 875 edificios colapsados y trabajó en grupos de rescate en más de 60 paí­ses, de modo que sus consejos están respaldados por su experiencia.

En 1996 filmó una pelí­cula documental que prueba que su método de sobrevivencia es correcto, porque en cualquier derrumbe hay 100 %  de posibilidades de sobrevivir si se adaptan a lo que denomina «El Triángulo de la Vida». En la simulación se utilizaron 20 maniquí­es, de los cuales 10 fueron colocados en lugares que hasta entonces se consideraban como posibles lugares seguros. Los otros 10 fueron colocados en «El Triángulo de la Vida».

Se hizo explotar un edificio y al entrar el experto con sus colaboradores observaron que los primeros 10 maniquí­es estaban destrozados, y los otros 10, situados en «El Triángulo de la Vida», se encontraban en buenas condiciones.     Copp afirma que cuando un edificio colapsa el peso del techo cae sobre los objetos o muebles y los aplasta, pero queda un espacio vací­o justo al lado de ellos, que denomina «El Triángulo de Vida».

Contra la creencia común, cualquier persona que trate de cubrirse o colocarse debajo de algo durante un terremoto, es aplastada. Aconseja el experto que no se debe ubicar debajo de escritorios, camas, automóviles. Cualquier persona puede sobrevivir en un agujero pequeño, cerca de un sofá, por ejemplo, asumiendo la posición fetal.

Los edificios de madera son las construcciones más seguras para sobrevivir un terremoto, porque la madera es flexible y se mueve con la fuerza del sismo, y si el edificio colapsa, grandes espacios vací­os se crean. Inclusive, una construcción de madera tiene menos pesos de caí­da que los ladrillos.

En todo caso, si  usted está en su cama durante la noche y ocurre un terremoto, simplemente ruede hacia el piso y quédese en el espacio vací­o que existe alrededor de la cama. Si comienza un sismo mientras usted está viendo televisión y no puede salir de inmediato, acuéstese en posición fetal al lado de un sofá, una silla o muebles grandes.

Si se para debajo de una puerta puede morir, porque está debajo del marco, que cede y se mueve hacia delante o hacia atrás, de manera que usted puede morir aplastado por el techo, y si el marco de la puerta se cae hacia un costado, lo  arrastra con su peso.

Trate en lo posible de no salir por escaleras, porque tienen diferentes «momentos de frecuencia» puesto que se mueven de forma diferente al resto del edificio. Conviene colocarse cerca de las paredes exteriores de los edificios o alejarse lo más distante que pueda. Si está dentro de un vehí­culo, salga del automotor y siéntese o acuéstese a su lado, pues lo que caiga sobre el auto, siempre dejará un espacio vací­o a sus lados.

(El infiel Romualdo Tishudo le comenta a su amigo Nicasio Talishte: Yo sólo le ruego a todos los santos que un terremoto jamás me vaya a sorprender en un motel. Imagináte vos ¡qué clavo con mi mujer!)