En busca de profesionalizar la literatura guatemalteca


A pesar de su apellido de origen griego, Denise Phé-Funchal es una escritora guatemalteca, que mañana presentará su primer novela titulada «Las flores», libro que ha tenido una buena acogida desde su salida a la venta a finales del año pasado. Con este texto la autora ha demostrado sus aptitudes para la literatura.

Mario Cordero
mcordero@lahora.com.gt

«Las flores», como explicó Phé-Funchal, es la novela que trata básicamente de los preparativos de una boda. Este lacónico argumento no dice nada sobre las astucia para narrar la historia, ni sobre lo minucioso de los detalles que ahí­ se perciben.

De acuerdo con la autora, «Las flores», inicialmente, era un cuento, el cual habí­a elaborado en taller de creación literaria con Rafael Menjí­var Ochoa, quien le sugirió que se extendiera un poco más hasta alcanzar el tamaño de una novela (121 páginas, en la edición que presenta F&G editores para su venta).

La novela es una de las mejores cuidadas en cuanto a su estilo y la lí­nea de la narración; es decir, se nota un trabajo realmente profesional de parte de Denise, quien ya habí­a escrito sobre literatura, pero ésta es la primera vez que publica.

El trabajo de Denise es interesante, pues ésta es una novela que ha madurado a lo largo de los años. Primero, el trabajo de la gran estructura de la novela duró aproximadamente seis meses. Luego, vino un perí­odo de investigación histórica, para incluir todos los detalles históricos, ya que la novela se desarrolla a principios del siglo XX.

En ese punto, Denise conjugó su profesión de socióloga, e investigó detalles tales como: qué se comí­a y cómo se preparaba; cómo se hablaba; las calles y los lugares que se frecuentaban; cómo se vestí­an; cómo escribí­an una invitación para bodas…, todo ello incluido sin mucho artificio dentro de la novela; estos detalles no aburren, sino que, al contrario, enriquecen la trama. Esta etapa le tomó al menos seis meses.

En el camino, más de alguna vez se le atrancó la rueda de la carreta, por lo que acudió a su mentor Menjí­var Ocho, quien le recordó que «debe acudir a sus maestros». Así­ que Denise revisaba a Carpentier, Cortázar y otros más, no para copiarlos, sino para inspirarse.

El proceso final también tuvo su cuidado. «Es como una escultura; primero se tiene el gran bloque y se talla hasta reducirle el tamaño adecuado. Después se tallan los detalles y, por último, se pule», compara Denise el arte de novelar con el oficio de un escultor.

Y, a todo esto, ¿por qué se llama «Las flores»? Denise confiesa que el tí­tulo no tiene una significación fuerte con la trama, el mensaje o el final de la novela. «durante la narración, se mencionan muchas flores; pero el nombre no es representativo. Es como cuando se le da un nombre a un hijo que está en el viente; aunque no haya nacido, se le pone, aunque al salir tenga cara de otro nombre», reflexiona Denise.

Aunque es la primera novela, Denise entra con pie firme a la literatura guatemalteca; «no a la literatura femenina guatemalteca, ya que no veo por qué se deba hacer distinción, como si los hombres escribieran distinto a las mujeres». Ya tiene otras dos novelas en preparación, una que está en su primera fase de construcción, y la segunda en su fase de investigación histórica para escribir los detalles.

«Me es más fácil escribir en épocas lejanas, porque si escribo en la época actual, deberí­a incluir necesariamente los conflictos de hoy dí­a; como socióloga, veo eso cada dí­a; necesito que mi literatura sea diferente a lo que hago cada dí­a». Por eso, estas novelas que prepara se desarrollan en épocas lejanas: una en el pasado y una en el futuro.

Al leer la novela, ésta está llena de detalles, de fluidez; los personajes están bien pensados y los conflictos que surgen son convincentes, reales y muy buenos. La contraportada del libro comenta: «Una historia que mezcla religión, frustración y lujuria (¿o son una sola?)», palabras que adquieren un verdadero sentido al leerla.

Mañana, a las 18:30 horas, en Librerí­a Sophos, se presenta esta novela con la participación de Denise, su mentor Rafael Menjí­var Ochoa y el escritor guatemalteco Javier Payeras. La entrada es libre.