En busca de los Tiwanacota


La puerta del sol famosa de Tiwanacu, lugar donde habitó la cultura preincaica Tiwanacota que se pretende buscar la relación con otras etnias.

Universidades de Bolivia, Australia y la organización National Geographic realizarán pruebas genéticas en restos óseos de personas de la cultura preincaica Tiwanacota para rastrear su origen y si tienen alguna relación con las etnias aymara y quechua, informó un cientí­fico boliviano.


«Vamos a enviar algunos restos óseos, huesos largos y piezas dentales y mediante pruebas de laboratorio en Australia vamos a realizar pruebas genéticas», afirmó el cientí­fico boliviano Guido Valverde, miembro del Laboratorio de Genética de la estatal Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

Explicó que las piezas humanas están en poder de la estatal Unidad Nacional de Arqueologí­a (Unar) que las halló en diferentes fechas, cerca del poblado de Tiwanacu, capital polí­tica y religiosa de la cultura Tiwanacota ubicada a unos 70 km al oeste de La Paz.

Tiwanacu (que significa «aquí­ las piedras» en lengua aymara) tuvo una duración de 27 siglos aproximadamente, desde el 1.500 AC hasta el 1.200 DC, y se extendió hasta territorios de lo que hoy es el sur peruano y el norte chileno. Es considerada la cultura más longeva de América del Sur.

Pero el origen de Tiwanacu -que hizo del tallado de la piedra su sello inconfundible- y las causas de su extinción son aún un misterio.

Según el investigador Valverde, el trabajo que se realizará tanto en La Paz como en la Universidad de Adelaida contará con el apoyo de la organización National Geographic, que aportará recursos económicos, y de la multinacional estadounidense IBM que facilitará tecnologí­a.

«El objetivo de la investigación es saber cuál es el origen genético del pueblo tiwanacota, ver la posibilidad de saber de dónde vienen y si tienen alguna relación con las culturas aymara y quechua», afirmó Valverde.

Los aymaras aparecieron tras la declinación de la cultura tiwanacota y luego fueron dominados por el imperio incaico de los quechuas.

Consultado sobre el tipo de análisis que se hará en Australia, Valverde dijo que se analizará el ADN de los restos óseos para luego compararlos con pruebas sanguí­neas de aymaras y quechuas, que serán seleccionados posteriormente al azar.

«Vamos a analizar el ADN antiguo, como se llama, para contrastarlo con el de las culturas contemporáneas», amplió el investigador boliviano.

La recolección de piezas óseas y una primera evaluación se harán en Bolivia, con apoyo de antropólogos y arqueólogos locales, y posteriormente se enviarán a Australia, que posee la tecnologí­a especí­fica para el trabajo que se pretende realizar.

«Esperamos en dos a tres meses más tener los primeros resultados, lo que nos permitirá saber más sobre esta importante cultura», acotó.

Tiwanacu, a 3.300 metros sobre el nivel del mar y cercano al Lago boliviano-peruano Titicaca, el navegable más alto del mundo, sigue siendo un misterio en Bolivia, aunque los aymaras bolivianos se declaran como sus herederos.

Es probable que pueblos de la Amazonia hayan migrado en primera instancia al Altiplano boliviano.

El templo religioso de Tiwanacu, inmerso en siete construcciones lí­ticas de diferentes formas, tamaños y dimensiones, como las puertas del Sol y la Luna, son la más imponente muestra de esta cultura.