En busca de alianzas


La UNE y PP quieren hacerse del 27.2% de votos que la Gana, CASA y Unionista obtuvieron el nueve de septiembre.

Lucy Barrios

Como si se tratara de las más bellas quinceañeras, la Unidad Nacional de la Esperanza y el Partido Patriota codician el respaldo electoral de la Gran Alianza Nacional, los partidos CASA, Unionista y FRG con el propósito de hacerse del mayor respaldo polí­tico para alcanzar la Presidencia de la República el 14 de enero de 2008.


La UNE y el PP quieren hacerse del 27.2% de votos que el partido oficial, con Alejandro Giammattei a la cabeza; CASA de Eduardo Suger y el unionismo de ílvaro Arzú, incluso de los 300 mil votos del FRG, obtuvieron el nueve de septiembre.

La estrategia de la UNE

Con el dominio en 18 de los 22 distritos electorales, 50 escaños en el Congreso y 102 alcaldes electos, la UNE cuenta con una plataforma operativa a nivel nacional que le permite situarse en una mejor posición para consolidar apoyos polí­ticos, pero carece de operadores en el área metropolitana y departamento de Guatemala.

Conociendo esa debilidad en el distrito que mayor peso electoral tiene a nivel nacional, ílvaro Colom parece haberle madrugado a Pérez Molina. Previo a la primera vuelta, el partido de la Esperanza inició acercamientos con la mayorí­a de candidatos a alcaldes e hizo contacto con gobernadores departamentales y jefes edilicios con el propósito de consolidarse en el interior del paí­s, apostándole al poder local.

El trabajo a nivel nacional lo desarrolló Sandra de Colom, quien sin mayor aspaviento visitó a militantes de la Gana, Frente Republicano Guatemalteco, FRG, UCN y comités cí­vicos, a efecto de tender canales de comunicación que dieron fruto pocas horas después de conocerse los resultados de la primera vuelta electoral: cuatro alcaldes electos de la Gana se incorporaron a sus filas.

Si bien la GANA dejó en libertad a sus correligionarios y simpatizantes, de acuerdo con allegados al partido oficial, la UNE podrí­a conseguir de manera subterranea el respaldo de la GANA, toda vez que el presidente í“scar Berger no le perdona a Otto Pérez la forma como abandonó su gobierno y el papel que desempeñó en la interpelación del ex Ministro de Gobernación, Rodolfo Vielmann. Unido a ello, la corriente que lidera el vicepresidente de la República, Eduardo Stein es proclive al partido de la esperanza.

A Colom, quien vio reducida la diferencia porcentual sobre Pérez Molina, le es fácil conseguir el apoyo de los grupos polí­ticos de centro izquierda; sin embargo, habrá que ver si Encuentro por Guatemala y el Movimiento Winaq le brindan su respaldo o se inclinan por Otto Pérez, actitud que evidenciarí­a los señalamientos que detractores de Nineth Montenegro han hecho en torno a su vinculación con el gran capital.

PP apuesta a la propaganda

La estrategia del Partido Patriota está fundamentada en la propaganda como medio para situarse en el primer lugar de intención de voto. Consciente que perdió la mayorí­a de los distritos electorales, Otto Pérez le apuesta a consolidar su respaldo en el área metropolitana y a permanecer en la mente de los ciudadanos: desde ya se escuchan sus anuncios de agradecimiento por el voto recibido y su solicitud para que esa decisión sea ratificada el cuatro de noviembre.

Pese a la inexistencia de un voto disciplinado, salvo en algunas zonas del paí­s que controla el FRG, Pérez busca consolidarse mediante la suma de apoyos y por eso se ha acercado a ílvaro Arzú y Eduardo Suger. Este último ha tomado la decisión de analizar los planes de gobierno de la UNE y PP para determinar cuál de los dos se ajusta a las necesidades del paí­s.

«Yo represento un voto joven, un voto pensante y por ello no puedo llamarlos cual ovejas y pedirles que voten por uno u otro candidato; sin embargo, sí­ puedo analizar las propuestas y ver cuál es la que coincide con la nuestra» manifestó Suger. Allegados a CASA dicen que Suger no tendrí­a ninguna limitación para llegar a entendidos con Pérez Molina toda vez que el académico ha sostenido buena relación con sectores militares desde que impulsó apoyo tecnológico en la Escuela Politécnica. Ante ello, los seguidores de la UNE consideran que podrí­an ofrecerle al académico una mayor participación en el área educativa, de conseguir su apoyo.

Aunque en intención de voto su incidencia es mí­nima, según el sociólogo Héctor Rosada, Pérez Molina no caminarí­a con la izquierda porque son proyectos no coincidentes y con el resto de partidos de centro no tendrí­a problema, con excepción del FRG en donde existe un conflicto visceral entre el general Efraí­n Rí­os Montt y mano dura.

El lí­der del partido de la manita no le perdona al general de la mano dura el haber sido uno de los impulsores del golpe de Estado de 1983 que propició su salida de la jefatura de gobierno; así­ como su presunto ví­nculo con un atentado a su residencia a finales de la década de los noventa. Si bien esa situación le allana el camino a la Unidad Nacional de la Esperanza para captar el voto duro del FRG, la imagen deteriorada de esa agrupación polí­tica los lleva a no hacer público ningún acuerdo por las repercusiones que un apoyo de esa í­ndole tendrí­a; sin embargo, los dirigentes distritales eferregistas se inclinarí­an por buscar acuerdos con Colom. Aunque ha trascendido que la mano dura a través de su vicepresidenciable, Ricardo Castillo Sinibaldi ha iniciado acercamientos con la dirigencia departamental del FRG, que a lo interno del partido de la manita se ha fortalecido con el retorno de Arí­stides Crespo, Mario Rivera e Iván Arévalo, verdaderos caciques de Escuintla, Quiché y Totonicapán, respectivamente.

Que vengan

Por otra parte, cercanos colaboradores del ex presidente ílvaro Arzú recuerdan que el jefe edilicio se encuentra hoy en una situación similar a vivida en 1990, cuando fue invitado por Jorge Serrano Elí­as para apoyar su candidatura, luego se convirtió en el Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno del MAS. En aquel entonces, Arzú planteó a Serrano buscar el apoyo de la Plataforma Noventa que habí­a impulsado la candidatura presidencial de Rí­os Montt y tras varias conversaciones lograron un acuerdo que abrió las puertas del Movimiento de Acción Solidaria, MAS, a otras tendencias ideológicas que sumaron y le permitieron ganar la Presidencia de la República, en detrimento de la candidatura de Jorge Carpio Nicolle.

Si bien las pláticas empiezan, dependerá de la habilidad de la dirigencia de UNE y PP para hacerse de ese voto que le apostó a otras organizaciones polí­ticas el 9 de septiembre.