Los turistas espaciales podrán dar la vuelta a la Luna a partir de 2017, cuando se cumplirá el 50 aniversario del inicio del programa estadounidense Apolo, informó hoy la compañía Space Adventures (SA). «Ya hemos vendido una plaza y la otra la planeamos vender muy pronto. Tenemos previsto lanzar la misión con ocasión del 50 aniversario del programa Apolo» en 1967, aseguró Eric Anderson, cofundador y presidente de SA, citado por la agencia Interfax.
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SA, compañía que organiza los vuelos cósmicos para neófitos conocidos como turistas espaciales, indicó el pasado año que un personaje famoso ya pagó 150 millones de dólares por uno de los dos billetes con destino al satélite de la Tierra a bordo de una nave rusa Soyuz.
Anderson recordó que el lanzamiento del Apolo 1 terminó en tragedia y que no hay mejor manera de homenajear a los tres tripulantes estadounidenses fallecidos que «realizar un vuelo alrededor de la Luna».
Tras más de dos años de pruebas fallidas, el Apolo 11 alunizó en el satélite terrícola el 20 de julio de 1969, más de ocho años después de que el soviético Yuri Gagarin se convirtiera en el primer astronauta de la historia.
La corporación espacial rusa Energuia, fabricante de las Soyuz, está construyendo una nueva nave tripulada especialmente para «la realización de programas comerciales con participantes no profesionales».
En caso de que la Soyuz con los turistas a bordo se limitara a rodear la Luna y retornar a la Tierra, el vuelo se prolongaría durante 8 o 9 días, pero el si el periplo incluyera una visita a la Estación Espacial Internacional (EEI) duraría hasta tres semanas.
La EEI abrió sus puertas a siete turistas espaciales: el estadounidense Denis Tito (2001) fue el primero en viajar a la plataforma, seguido por el sudafricano Mark Shuttleworth, apodado el «afronauta» (2002) y el estadounidense Gregory Olsen (2005).
La estadounidense de origen iraní Anousha Ansari fue la primera mujer turista en viajar a la estación (2006), seguida del estadounidense de origen húngaro Charles Simonyi (2007) y de Richard Garriott, hijo del exastronauta de EEUU Owen Garriott (2008).
Simonyi fue el único turista en repetir experiencia en marzo de 2009, mientras que el fundador del «Cirque du Soleil», el canadiense Guy Laliberté, fue el último neófito en alojarse en la EEI.
Rusia recurrió al turismo espacial a principios de la pasada década, debido a la grave crisis de financiación que afectó a su programa especial tras la caída de la Unión Soviética.
En 2009 Rusia decidió acabar con las visitas ante la falta de espacio, ya que ahora la tripulación de la EEI se ha duplicado hasta seis tripulantes, y a la decisión de EEUU de suspender los vuelos de sus transbordadores.
El director de Roscosmos, la agencia espacial rusa, Vladímir Popovkin, manifestó hoy que hacia 2020 el ser humano volverá a la Luna, odisea en la que podrían colaborar Roscosmos, la NASA estadounidense y la Agencia Espacial Europea.