En medio de críticas y elogios, el presidente ílvaro Colom confirmó la adhesión de Guatemala al Tratado del Petrocaribe.
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En conferencia de prensa, el mandatario anunció ayer que participará el próximo 13 de julio en la reunión de países miembros del Petrocaribe, en Venezuela.
El objetivo será formalizar la adhesión de Guatemala al convenio de cooperación en materia energética, para iniciar con los trámites que requiere el protocolo internacional.
Según Colom, el proceso de incorporación al Tratado es una muestra de la apertura y del fortalecimiento de relaciones con América Latina.
El anuncio impactó a la opinión pública, e incluso a varios medios de comunicación, que meses antes habían especulado que Guatemala no formaría parte del Petrocaribe, debido a que Venezuela no ofrece precios preferenciales en combustibles a sus socios comerciales.
Para poder concretar la adhesión, será necesario que el Congreso de la República emita un recurso de aprobación, lo cual no es visto como un impedimento por Colom, ya que confía en el respaldo de al menos 90 diputados.
Convenio
El Petrocaribe es una institución que respalda el ministerio del Poder Popular para la Energía y el Petróleo del gobierno de Venezuela, el cual es presidido por Hugo Chávez.
El acuerdo establece que Guatemala recibirá 20 mil barriles de diésel diarios. El 50% de la factura energética será pagada al contado, mientras que la otra mitad será financiada por un plazo de 25 años, bajo una tasa de interés del 1%, con dos años de gracia.
Carlos Meany, ministro de Energía y Minas, y el canciller, Haroldo Rodas viajaron a finales del mes de mayo pasado a la capital venezolana para solicitar una cantidad mayor de combustible y precios preferenciales para el país, sin embargo no consiguieron el objetivo.
De acuerdo con Meany, la demanda de combustibles en el país es superior a los ofrecimientos del gobierno de Chávez, sin embargo Guatemala debe asegurar los suministros para no enfrentar complicaciones en el futuro.
Dudas y Deudas
Con evidente optimismo, Colom expresó que la incorporación al Petrocaribe representa la disponibilidad de Q400 millones mensuales para que el gobierno pueda financiar proyectos sociales.
Sin embargo, el negativismo impera en la iniciativa privada y en economistas, que consideran que la soberanía del país está en riesgo.
En algunos casos, se considera que la ratificación del convenio y los acercamientos con el gobierno de Chávez pueden representar compromisos políticos por el Gobierno, como lo estima Carlos Zúñiga, presidente de la Cámara del Agro.
«Es necesario que se analice bien cada uno de los puntos que se incluyen dentro del tratado porque podría en algún momento representar complicaciones políticas para el Gobierno de Guatemala», refiere.
En coincidencia con Zúñiga, el analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, Hugo Maúl duda que pueda haber beneficios importantes para el país tras la adhesión al Petrocaribe
Ante la falta de precios preferenciales y la ratificación de una deuda de largo plazo, el analista considera que los fondos públicos se están comprometiendo por varios años y con ello, también se pueden sacrificar algunos proyectos del futuro.
Con una visión distinta, Luis Zepeda, del Centro de investigación en Derechos Humanos, señala que de los acercamientos con los países de Sudamérica pueden surgir futuros compromisos con mayor conveniencia para Guatemala.