Cuando aún la neblina truncaba la visibilidad por la mañana, un hombre fue acribillado frente a su tienda de repuestos en la zona 9.
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Cuando faltaban 20 minutos para las siete de la mañana, Giovanni Pavón Alcero recibió una ráfaga de disparos, aparentemente propiciada por dos hombres, presuntamente sicarios. La víctima se encontraba en su automóvil frente a su negocio de repuestos.
Según revelan los testigos y vecinos del lugar, Pavón Alcero llegaba aproximadamente a la misma ahora, en donde permanecía dentro de su vehículo leyendo los diarios del día. De esa cuenta, las primeras hipótesis revelan que los victimarios eran sicarios que ya tenían estudiadas las costumbres de su víctima, por lo que el ataque fue certero.
Según el informe de Bomberos Voluntarios, la víctima tenía heridas en diferentes partes del cuerpo; aunque intentaron salvarle la vida no se logró hacer nada.
Las primeras versiones de los fiscales del Ministerio Público revelan que en la escena del crimen se localizaron 24 casquillos de bala, aunque no descartaban encontrar más, ya que el ataque utilizó un número indiscriminado de municiones.
CONMOCIí“N
Pese a que la violencia en el país se bebe como si fuese un vaso de agua, la ciudadanía aún no se acostumbra a ella y el temor se acrecienta. El ataque contra Pavón Alcero ocurrió en la 3a. calle y 3a. avenida de la zona 9, sector en donde usualmente ocurre un alto número de atentados.
En los alrededores de la escena del crimen, los curiosos y vecinos expresaron su conmoción por este hecho.
«Es lamentable que las autoridades no puedan controlar la situación, sobre todo porque esto se ha vuelto cotidiano», manifestó José Santos, una de las personas que circulaban por el lugar.
«No tengo palabras para describir la inseguridad que vivimos, todos los días suceden cosas desagradables en el país», añadió Marina Gómez.
De acuerdo con la Liga de Higiene Mental, la población se ha acostumbrado a vivir con la violencia, muchas veces se muestra indiferente y con deseos de tomar la justicia por sus propias manos, debido a que hace falta una política de seguridad que permita que los guatemaltecos se sientan protegidos.
Carlos Ortiz, representante de dicha institución, manifestó que si la situación continúa como hasta ahora, el problema podría agravarse.
«Si nos descuidamos creo que podríamos llegar a ser una sociedad enferma y estas son las medidas que nos deberían poner en alerta para que no nos pase lo que ha pasado en otros lugares», manifestó Ortiz.
Sergio Morales, Procurador de los Derechos Humanos (PDH), ha señalado en reiteradas ocasiones, que si se respetara el derecho a la vida, se procuraría un ambiente de paz, pero desafortunadamente esto no sucede en la actualidad.