Con este título el doctor Jaime Saavedra impartió la conferencia el día 15 de junio, en el desarrollo de las Jornadas Económicas en el Banco de Guatemala. Basó su exposición en tres referencias: «Cómo encontró la crisis América Latina, cómo va a impactar la crisis en el empleo y el bienestar, qué están haciendo los gobiernos de la región».
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En sus planteamientos hizo notar que del año 2000 al 2008 la pobreza se redujo en 13 puntos. Este promedio lo produjeron países que más se preocuparon de combatir la pobreza. Lamentablemente Guatemala es de los países que menos logró reducirla, el lapso de tiempo comprende casi dos gobiernos.
Debemos señalar, como se comprueba estadísticamente, que el gobierno de í“scar Berger fue el que menos combatió la pobreza y la miseria; incluso, el empleo formal y los salarios permanecieron estáticos. El bienestar se concentró en la cúpula económica, no en la clase media, el pequeño y mediano empresario.
Lo que no puede dudarse, negarse es que el aumento de las remesas durante estos años fue significativo y ese es el factor que él señala que en nuestro país más ayudó a la mayoría de la población.
América Latina, al producirse el inicio de la crisis económica, señaló, se encontraba en mejor pie que cualquier otra época, como resultado de estabilidad fiscal y monetaria, mejor regulación financiera. En este último sentido, Guatemala había actualizado las leyes monetarias en el 2003, también había sido beneficiada, aunque en menor proporción, por la demanda de bienes, mejores precios en el mercado internacional para la exportación tradicional: café, azúcar, banano, lo que permitió que, a diferencia del actual gobierno, el gobierno anterior tuviera años de vacas gordas.
El doctor Saavedra señaló que la pobreza y el crecimiento van de la mano, así mismo hizo notar que entre mayor sea la riqueza más importante es su reparto. Es ese reparto el que reduce la desigualdad, desigualdad que en Centroamérica es mucho más significativa que en Sudamérica y por consiguiente más dolorosa y persistente.
También explicó de forma gráfica, que la distribución de beneficios de los programas sociales es de enorme importancia, que mientras no se reduzca la pobreza y la miseria esos programas sociales deben de permanecer e incrementarse, que incluso en el largo plazo eso se refleja en el aumento de la productividad laboral.
En el final de su plática, en relación a la crisis indicó cómo el crecimiento per cápita en todos los países en los años 2008 y 2009 y dependiendo de cómo se maneje el problema en los años siguientes en cada país, decrecerá. Señaló que Chile, Brasil, Venezuela y Argentina decrecerán menos que los Estados Unidos y México, que Centroamérica, incluyendo Guatemala decrecerán más que Sudamérica al disminuir sus remesas familiares, la demanda de exportaciones no tradicionales, los precios de los productos exportables y afectará el costo y acceso al crédito así como la reducción de inversión extranjera directa.
En el caso específico guatemalteco, hizo notar que el empleo formal sólo lo tiene el 18% de la población, siendo el Estado el principal proveedor de trabajo con un 7%. Sin que lo manifestara expresamente, dejó en evidencia que Guatemala está a la zaga de América Latina.