Australia aumentó sus tasas de interés de 3% a 3,25%, con lo que se convierte en la primera nación del G-20 que toma tal medida. Para muchos expertos, es una señal más de que comenzó la recuperación de la economía global. La decisión tomada por el banco central de ese país no era inesperada, pues la economía australiana fue la única en el mundo desarrollado que se expandió en la primera mitad de 2009.