---

La presencia de Mladic, de 70 años de edad, con aspecto de un enfermo en el tribunal yugoslavo de crímenes de guerra marca el final de una larga espera por justicia para los sobrevivientes de la guerra de 1992-95, que dejó unos 100 mil muertos.

El juicio es también un hito para la corte y justicia internacional de la ONU -Mladic es el último sospechoso de la guerra de Bosnia en ir a juicio aquí-.

Mladic, vestido con traje y corbata, levantó el pulgar y aplaudió a sus seguidores en el salón público de la corte cuando arrancaba el juicio hoy. Ocasionalmente, escribía notas y no mostró emoción alguna cuando los fiscales comenzaron describir sus presuntos crímenes.

Munira Subasic, que perdió 22 familiares en la masacre de Srebrenica en 1995, estaba entre el grupo de familiares de víctimas de guerra que iban al tribunal para enfrentar a Mladic.

La mujer de 65 años dijo que quería verlo a los ojos «y preguntarle si se arrepentía de lo que hizo».

El juez al cargo, Alphons Orie de los Países Bajos, dijo al principio que el tribunal consideraba posponer la presentación de pruebas, que comenzaría el 29 de mayo, debido a «errores» de los fiscales en cuanto a dar conocer las pruebas a la defensa. El fiscal Dermot Groome dijo que no se opondría a un «aplazamiento razonable».

Groome empezó la presentación del caso enfocándose en la declaración de un niño de 14 años cuyo padre y tío estaban entre los 150 hombres asesinados por las fuerzas bosnio-serbias en noviembre de 1992.

Dijo que las fuerzas de Mladic continuaron ese tipo de matanzas hasta 1995, cuando masacraron unos 8 mil hombres musulmanes en el enclave de Srebrenica, la peor masacre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Mladic se ha rehusado a declararse ante los hechos, pero niega haber actuado mal al decir que hizo todo para defender a los serbios en Bosnia. Podría ser condenado a una máxima sentencia de cadena perpetua.