Todo parece indicar que la clásica definición de socialdemócrata va a ser una realidad en Guatemala. Se afirma que fomentan la burocracia estatal y apenas a pocos días de instaurado el gobierno de Colom-Espada esa característica es por demás notoria. Se les achaca que son proclives al aumento de impuestos y por las continuadas declaraciones del vice Espada, claramente indican que van por ese camino y finalmente que obligan a subvencionar el consumo de otros y no tardan en aparecer las claras señales de su intención.
Por otra parte, nuestros políticos criollos no quitan maña. Ya ven a los diputados que más temprano que tarde continuaron con su desmedido apetito para agenciarse dinero fácil, sin hacer el más mínimo esfuerzo por devengarlo honradamente. A tambor batiente se ha estado hablando del incremento de ingresos fiscales, pero no se dice ni esta boca es mía porque, si hubiesen hecho tan solo pequeños esfuerzos por combatir el contrabando, ese aumento se hubiese cuadruplicado. ¿O alguien ignora que en los departamentos limítrofes con México el contrabando de combustibles, tejidos, dulces y golosinas, gas propano y tanta mercadería más fluye más intenso que la correntada del Motagua?
El mismo presidente Colom acaba de declarar el derroche y el cuantioso endeudamiento con que recibió el gobierno ¿Entonces por qué siempre las gallinas de abajo tenemos que pagar los elotes que otros se hartaron cargando con más impuestos en el cansado lomo de quienes ya no podemos con la múcura? Yo no sé si al doctor Espada lo empaparon bien en cosas de impuestos, pero bueno sería advertirle que la gran mayoría de los fondos provenientes del IUSI no los va a recibir el gobierno central, sino que esa correntada va directo a las entidades descentralizadas conocidas como municipalidades, las que dificultosamente informan en qué lo gastaron.
Al doctor Espada habrá que contarle que los chapines hace rato que dejamos de creer en Santa Claus y que tampoco creemos en cantos de sirena, promesas de bolo, mucho menos en la cantaleta que el Estado requiere de más fondos para ayudar a los pobres. Es que si eso fuera cierto ¿habrían hospitales en trapos de cucaracha; no estarían los cultivos agrícolas rebosantes por tanto fertilizante e insecticida aplicado; todos los integrantes de la tercera edad andarían con pisto entre sus bolsillos y ya no habrían niños estudiando sentados en el suelo a la pura intemperie?
Si el presidente Colom y el vice Espada piden que confíen en ellos, antes que nada, tendrán que demostrar con hechos y no con rebuscadas palabras que como roncan duermen. Hasta ahora, con todo respeto, debo decirles claro y pelado, sin ninguna clase de tapujos, que sigue la misma flor floreada. ¡Hasta la próxima!