Emergencia por violentas protestas


logito

El gobierno de Rumania convocó a una reunión de emergencia anoche para discutir las violentas protestas callejeras, que no muestran señales de disminuir, después de que manifestantes enojados por las medidas de austeridad lanzaron piedras y bombas incendiarias a la policí­a. Al menos 13 personas resultaron heridas.

Por ALISON MUTLER BUCAREST / Agencia AP

Más de mil manifestantes con la policí­a, que utilizó gases lacrimógenos y bengalas para repeler a los manifestantes que bloquearon una avenida principal en Bucarest. Un hombre ardió en llamas brevemente en medio del caos. El ministro del Interior Traian Igas convocó la reunión de emergencia para hacer frente a la crisis.

Las protestas, en su cuarto dí­a, son las más graves desde que el presidente Traian Basescu llegó al poder en 2004. Son el resultado de la frustración por los recortes de los salarios públicos y a las prestaciones, el aumento de impuestos, el amiguismo en las instituciones del Estado y la corrupción generalizada.

«‘¡El gobierno mafioso robó todo lo que tení­amos!», gritaban los manifestantes. «Â¡Fuera perro miserable!», decí­an, en una expresión popular de desprecio para referirse a Basescu. Los manifestantes recorrieron el centro de la capital, y el alcalde de Sorin Oprescu hizo un llamamiento a que se abstengan de cometer actos de violencia. La televisión Antena 3 informó que los comercios en las inmediaciones de la protesta fueron objeto de vandalismo.

«Estamos aquí­ para protestar, no podemos soportarlo más, no tenemos dinero para sobrevivir, nuestras pensiones son tan pequeñas que los gastos son más de lo que podemos pagar. No es manera de vivir», dijo un manifestante que sólo se identificó como Sorin. Trece personas necesitaron tratamiento médico, dijo Bogdan Oprita, quien dirige los servicios de emergencia en Bucarest.

Las protestas comenzaron el jueves en apoyo de un funcionario que dimitió porque se oponí­a a las reformas de salud del gobierno. Basescu retiró el proyecto de ley de salud el viernes, pero las protestas continuaron.

La ira se ha dirigido principalmente contra Basescu, de 60 años, el otrora popular presidente rumano.