Dos muertos, unos 3 mil evacuados, 370 casas dañadas y afectaciones a la agricultura, provocaron intensos aguaceros en el oriente de Cuba, donde según los pronósticos continuarán las lluvias, aunque menos intensas, informaron este lunes medios locales.
Dos personas fallecieron ahogadas, un joven y un adulto, al lanzarse a la fuerte corriente del río Hatibonico, el de mayor caudal, que atraviesa la ciudad de Camagí¼ey, 534 km al este de La Habana.
Un total de 171 viviendas resultaron dañadas, de ellas 23 totalmente destruidas por las aguas, lo que provocó que un centenar de personas quedaran sin hogar y tuvieran que ser internadas en albergues estatales, dijo la emisora Radio Rebelde.
Por su parte, el periódico provincial Adelante dijo que 2.070 personas fueron evacuadas el fin de semana debido al peligro de las inundaciones, unas 500 regresaron este lunes a sus hogares y el resto lo hará de forma progresiva.
En la localidad de Banes, provincia de Holguín, 800 km al este de La Habana, las lluvias afectaron 200 viviendas, 600 personas debieron ser evacuadas a sitios seguros, pero las abundantes aguas no pudieron impedir un fuerte incendio frente al museo municipal Baní, indicó Radio Rebelde.
Varios cultivos han sido afectados por las lluvias, sobre todo la zafra, que tuvo que ser liquidada la pasada semana al ser prácticamente imposible trabajar en el corte y transporte de la caña a los ingenios en las provincias de Camagí¼ey, Tunas y Holguín, importantes productoras.
A pesar de que la Defensa Civil decretó la fase recuperativa en esas zonas, sus estados mayores municipales y provinciales siguen atentos, pues el Instituto de Meteorología pronosticó la persistencia de las lluvias, aunque con menor intensidad.
La zona oriental cubana, castigada durante 10 años por una fuerte sequía, es desde el pasado año el escenario mas lluvioso en la isla, con sus represas muy cargadas de agua.
Las lluvias de este fin de semana encontraron suelos sobresaturados de agua, pues las lluvias han sido frecuentes en los últimos 15 días.
La situación se torna más preocupante pues el próximo viernes comienza la temporada ciclónica en Cuba, que se extiende al 30 de noviembre y que se prevé será muy activa.