El primer ministro Benjamin Netanyahu le llamó la atención hoy a su combativo ministro de Relaciones Exteriores por haber atacado a los miembros del partido Likud del líder israelí, dejando entrever crecientes tensiones entre los integrantes del gobierno de coalición de Israel.
En una incoherente conferencia de prensa, Avigdor Lieberman criticó a los líderes de Likud por oponerse a su iniciativa a investigar a los grupos de derechos humanos que critican al gobierno israelí.
Dijo que era un «espectáculo extraño» ver a miembros del Likud protegiendo a grupos que él describió como «colaboradores del terrorismo». Lieberman trata de lograr que el Parlamento inicie una investigación sobre las fuentes de financiamiento de los grupos de derechos humanos israelíes, considerados como hostiles al país.
En particular, él ha atacado a aquellos grupos que han ayudado a buscar el enjuiciamiento de soldados israelíes por presuntos crímenes de guerra durante batallas contra milicianos palestinos.
La oficina de Netanyahu dijo el martes que el primer ministro «rechaza completamente» las declaraciones, y agregó que Likud es un «partido democrático y pluralista y no la dictadura de una opinión».
Lieberman, quien emigró a Israel desde la ex Unión Soviética, lidera el partido Yisrael Beitenu, que hizo fuertes avances políticos en las elecciones de 2009 con un mensaje nacionalista que, entre otras cosas, puso en duda la lealtad de la minoría árabe de Israel.
Las declaraciones del martes no fueron la primera vez que Netanyahu ha tenido que frenar a su ministro de Relaciones Exteriores.
Lieberman ha puesto en vergí¼enza a Netanyahu con su abierto escepticismo sobre las posibilidades de alcanzar la paz, incluyendo un discurso de alto perfil ante la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre pasado, en el que contradice el objetivo declarado de Netanyahu de llegar a un acuerdo de paz final en un año.