El juzgado Décimo de Primera Instancia Penal, contralor de un proceso abierto contra Abadí­o Carrillo; consideró que los vehí­culos del sindicado han pasado en comiso el tiempo suficiente para ser reclamados, lo cual no ha ocurrido desde que fueron confiscados.

Verónica Galicia, titular de la citada judicatura, explicó que los vehí­culos «de lujo» que fueron decomisados hace más de cinco años por el Ministerio Público (MP) eran aparentemente propiedad de Abadí­o Carrillo, no obstante, el sindicado no se pronunció al respecto.

«No hubo manera de averiguar la procedencia lí­cita de los vehí­culos por lo cual esta judicatura resuelve declarar la pérdida a favor del Organismo Judicial para que la Corte Suprema de Justicia les de utilidad en cualquiera de sus dependencias», explicó la juzgadora.

Abadí­o Carrillo fue condenado junto a su hermano Junior Abadí­o y su padre Marco Tulio, ex superintendente de la SAT; todos eran señalados de malversar Q24.1 millones de esa entidad durante el perí­odo de febrero de 2002 a enero de 2004.

Según la acusación, Abadí­o y sus hijos con ayuda del ex jefe de la Subdirección de Administración de Suministros, Carlos Barrera; su asesor financiero Carlos Lucero Paz, habrí­an favorecido a empresas vinculadas con su familia y amigos para que ganaran los contratos de suministros que no aparecen, servicios con empresas fantasma y compra de terrenos sobrevalorados; con los que malversaron la millonaria suma.

El sindicado enfrenta una condenado a seis años de prisión impuesta por el tribunal Quinto de Sentencia, además, le impusieron el pago de Q160 mil de multa.