El presidente francés, Nicolas Sarkozy, elogió el miércoles ante un grupo de estudiantes rusos los méritos de la democracia, antes de reunirse nuevamente con su homólogo, Vladimir Putin, en el Kremlin para hablar de temas espinosos como Irán o Kosovo.
«En mi país, cada poder debe dar cuentas, nadie está por encima de las leyes. Es mucho mejor vivir en una democracia», dijo ante los estudiantes reunidos en el anfiteatro de la universidad tecnológica Bauman de Moscú.
«Construyan una sociedad rusa democrática y el mundo se lo agradecerá», añadió en alusión al nuevo poder de Rusia a nivel internacional.
Desde su llegada a la presidencia francesa, en mayo, Sarkozy ha criticado regularmente las carencias democráticas de Rusia y la situación deficitaria de los derechos humanos en ese país.
En este sentido, tiene previsto reunirse el miércoles con algunas organizaciones no gubernamentales rusas pro derechos humanos antes de volver a París, según dio a entender el martes por la noche, al comienzo de su primera visita oficial a Rusia.
Al ser interrogado por varios estudiantes sobre el arresto, en enero, del millonario ruso Mijail Projorov en los Alpes franceses en el marco de un asunto de prostitución, Sarkozy deploró la excesiva atención de los medios de comunicación en ese asunto.
Sin embargo, agregó que «en una democracia es mejor preferir el exceso de atención de la prensa a una insuficiente libertad».
«Un país donde la justicia no es independiente, no es un país libre», agregó al subrayar que «ustedes lo sabrán un día, y yo así se lo deseo», en referencia a la independencia de la justicia.
El presidente francés, visiblemente satisfecho tras su primer encuentro del martes con Putin, que calificó de «franco» y «distendido», se esforzará el miércoles en acentuar los puntos de «convergencia» sobre Irán y Kosovo, dos temas espinosos en las relaciones de Rusia con los países occidentales.
Respecto a Irán, «nuestras posiciones se acercaron fuertemente. (…) Sentí verdaderamente una convergencia», dijo Sarkozy el martes.
Contrariamente a Francia, Rusia se ha opuesto hasta ahora a la adopción de nuevas sanciones contra Irán ante su negativa a renunciar a sus programa nuclear.
Sobre Kosovo, Sarkozy declaró, sin más precisiones, haber tratado con Putin «un camino que podría permitir acercar los puntos de vista».
También al opuesto que Francia, Rusia –aliado tradicional de Serbia– rechaza la independencia total para esa provincia serbia de mayoría albanesa y amenaza con ejercer su derecho de veto en la ONU.
El miércoles por la mañana, la prensa rusa se interesó más por la visita de Sarkozy a la residencia de Putin que por el contenido de su reunión.
El corresponsal del diario Kommersant destacó, por su parte, el «nerviosismo» del presidente francés a su llegada a la residencia de su homólogo ruso.
«Se movía todo el tiempo, gesticulaba enormemente, sonreía, dejaba de sonreir, volvía a sonreir», señaló.