El electricista francés Le Guennec y su esposa, acusados por la familia de Pablo Picasso de ocultar 271 obras inéditas del artista realizadas durante 40 años, declaró ayer que forma parte de los herederos de otra colección del pintor español.
Pierre y Danií¨le Le Guennec, que son objeto de una investigación preliminar de la fiscalía de Grasse (sur de Francia), afirman ser «primos lejanos» del ex chofer de Picasso Maurice Bresnu, a quien el maestro regaló, como a ellos, obras diversas, confirmando una información del diario Le Parisien.
Al morir Bresnu, en 1991, su esposa, Jacqueline Bresnu, heredó esa colección. Tras la muerte de ésta, en 2009, las obras (realizadas entre 1967 y 1973) debían ser subastadas en la casa Drouot de París, pero la venta, prevista el jueves, fue postergada a pedido de uno de los herederos.
«Somos seis herederos de esta colección, cuya existencia desconocíamos hasta que murió nuestra prima», dijo a la AFP Danií¨le Le Guennec.
Pierre Le Guennec, de 71 años, hoy jubilado y que trabajó como electricista en la residencia de Pablo Picasso, está siendo investigado por poseer obras del artista cuya existencia se desconocía hasta el mes pasado y que él asegura le fueron regaladas por la esposa del pintor.
A raíz de este caso, uno de los herederos de Maurice y Jacqueline Bresnu pidió la suspensión de la subasta.
La persona a cargo de la subasta aseguró empero que «ninguna de las piezas de la venta plantea problemas» de autenticidad.
El matrimonio de retirados conservó en su garaje durante cerca de 40 años las obras realizadas entre los años 1900 y 1932, que nadie conocía, antes de tratar de hacerlas autenticar en septiembre por los herederos de Picasso.
Estos presentaron demanda por ocultamiento y las obras fueron decomisadas por la policía.
El 5 de octubre, la justicia se incautó de las obras en litigio y el 15 de ese mes detuvo, para ser interrogado, al electricista, que fue liberado sin cargos.
El pasado 3 de diciembre el electricista francés volvió a proclamar su inocencia en declaraciones al diario francés Nice-Matin.
«Cuando me acusan de robo se olvidan de que para salir de la propiedad, pasaba todos los días delante de la oficina de Miguel, el secretario de Picasso, y que en la entrada había dos guardias muy meticulosos», afirmó Le Guenec, quien, según asegura, solía tomar té con el pintor.
«Un día me propuso que tomáramos el té. Quería saber lo que hacía, como lo hacía. Cosas simples. Desde ese día el té con el maestro se convirtió en un rito», afirmó Le Guenec.
Las 271 obras, «una mezcla de pedazos de papel, recortes de diarios, de cartones, de cosas que no parecían muy importantes», las recibió de Jacqueline Picasso hace 37 años, dijo Le Guenec.
«Un día, al anochecer, cuando me preparaba para irme de la propiedad (Notre-Dame-de-Vie en Mougins), la señora me llamó y después de hablar cinco minutos me dio una carpeta de dibujos y me dijo «es para usted»», contó el electricista.
Entre las obras descubiertas hay en particular nueve collages cubistas de un valor estimado en unos 40 millones de euros, una acuarela del periodo azul, gouaches (aguadas), litografías y retratos de su primera esposa, Olga, según el diario.
Pierre Le Guennec trabajó como electricista para Pablo Picasso durante los últimos tres años de la vida del pintor, fallecido en 1973.
Le Guennec ha precisado que instaló sistemas de alarma en diferentes residencias del artista, en particular en la villa Californie, en Cannes.