Elecciones y votaciones en nuestro país (4)


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La situación nacional y las condiciones del país están influidas por la situación internacional y por la de otros países, antes y después de las gestas cívicas de junio de 1944 y del triunfo del alzamiento cívico militar de octubre. A partir de allí, en lo nacional, la situación y condiciones empiezan a cambiar y, mediante la real y verdadera expresión de la voluntad y decisión ciudadana expresada en las urnas, los cambios económicos, sociales, políticos e institucionales se legitiman.

Ricardo Rosales Román
\ Carlos Gonzáles \


La elección del presidente Juan José Arévalo en 1944 se da cuando en el país acababa de triunfar la gesta revolucionaria de octubre de 1944 y, en lo internacional, el avance victorioso en los frentes de guerra de las fuerzas antifascistas, aproxima cada vez más el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa y Japón.

Las condiciones objetivas y subjetivas y la situación revolucionaria prevaleciente en el país más el entorno internacional favorable, viabiliza y hace posible el triunfo de la Revolución de Octubre de 1944, el auge y ascenso de la lucha antidictatorial y por la democracia y, a su vez, la masiva y sin precedentes participación ciudadana y popular a favor de la candidatura del doctor Arévalo y su elección como presidente de la República, el igualmente arrollador triunfo electoral del coronel Árbenz en 1950 y el avance y profundización del proceso revolucionario. Esto, por un lado.

Por el otro, la instauración del socialismo en varios países de Europa, la guerra revolucionaria y popular en China, la heroica lucha de los patriotas vietnamitas por su independencia y la unificación de la Patria, y la guerra en la península coreana, modifican la correlación internacional de fuerzas en forma desfavorable para Estados Unidos y sus aliados de Occidente.

En una situación así, tanto los gobernantes demócratas como los republicanos, encabezan la lucha contra la Unión Soviética, los países socialistas de Europa, la República Popular de China, la República Democrática y Popular de Corea, la República Democrática de Vietnam y demás pueblos y países de Asia, África y América Latina en donde ven «amenazados» sus intereses y seguridad, dominación y hegemonía.

El foco de tensión y tirantez internacional no se sitúa sólo en Europa y Asia. Para Washington tiene prioridad e importancia, además, la salvaguarda de sus intereses al sur del Río Bravo. Estados Unidos no puede permitir que en su patio trasero cunda el ejemplo de lo que está aconteciendo en Guatemala y se expanda a otros países del hemisferio occidental.

En aquél período, corresponde a la administración demócrata del presidente Truman (1945‒1953) la responsabilidad de urdir y apoyar las más de 30 conspiraciones de la reacción local contra el presidente Arévalo. Y es el gobierno republicano de Eisenhower (1953‒1961), el que encomienda a los hermanos Dulles y a la United Fruit Company, organizar y llevar a cabo la intervención mercenaria a nuestro país.

Durante los 60 años más recientes, hay que decir que, en cuanto a las elecciones, éstas son una formalidad más de la institucionalidad igualmente formal. Sus resultados lo confirman, la experiencia lo corrobora y así hay que caracterizarlas, explicar e interpretar. (Continuará)