Elecciones y polí­tica en América Latina (I)


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El desarrollo de la comunicación social, la existencia de cadenas de noticias internacionales nos permiten estar enterados y comunicados con los acontecimientos que se producen en el mundo y en América Latina en particular.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

 


Dos hechos polí­ticos democráticos han marcado la última semana. La reincorporación de Honduras a la Organización de Estados Americanos, OEA, con el voto favorable de todos, salvo Ecuador, como resultado del reconocimiento actual de Honduras que el presidente Mel Zelaya habí­a sido depuesto por un golpe ilegal y que su planteamiento de preguntar a los ciudadanos de Honduras si se debí­a convocar a una constituyente para actualizar y/o modificar la Constitución, incluyendo la posibilidad de que un presidente pudiera volver a ser candidato y reelegirse, fuera o no aprobado no era ilegal.

Además, el retiro de los cargos que improcedentemente se habí­an hecho, después del golpe, en contra de Mel Zelaya, quien volvió con el reconocimiento internacional y con un evidente apoyo de la ciudadaní­a que lo recibió y acompañó a su llegada. Este hecho marca y reitera que Honduras y Centroamérica van cambiando.

El otro acontecimiento significativo lo constituyen las elecciones que el domingo 5 de junio se produjeron, en una segunda vuelta, en Perú, elecciones que tuvieron como candidatos a Ollanta Humala y a Keiko Fujimori. La sociedad y los partidos polí­ticos se activaron y se unieron por mitad a favor de ambos candidatos, al grado que todas las encuestas no le otorgaban a ninguno de los dos candidatos una diferencia mayor al 2 por ciento, lo que técnicamente hací­a que no se pudiera decir, con certeza, que uno de los dos tení­a una tendencia claramente ganadora.

Estas elecciones, donde participaron más de 14 millones de peruanos, fueron realizadas sin incidentes, de forma transparente, las encuestas de boca de urna indicaron, según los diferentes momentos, que el ganador era, por una diferencia del 3, 5 o menos por ciento, Ollanta Humala. La autoridad electoral de Perú paulatinamente fue dando los resultados y la conclusión, que no se conoció sino hasta el siguiente dí­a, confirmó que el triunfador era efectivamente Ollanta Humala que obtuvo el 51.37% de los votos emitidos a su favor. También se confirmó que la candidata Keiko Fujimori recibió el 48.63% de los votos. Esta elección inmediatamente produjo efectos en los grupos económicos y la bolsa de acciones de Perú, ese siguiente dí­a, se vio afectada por una caí­da de más del 12%, porcentaje que supera en casi un 45% el porcentaje más alto que en la historia habí­a sufrido las acciones en Perú.

Le corresponde ahora al presidente electo tomar las acciones y efectuar los nombramientos que estabilicen la opinión pública y que hagan considerar que el desarrollo económico del Perú, de los últimos 10 años, que ha sido de más de un 7% no se verá afectado. También le corresponde al presidente electo lograr, durante su gestión como gobernante, que efectivamente se cumplan sus compromisos de lograr una mejor redistribución de la riqueza, una reducción de la pobreza y de la miseria que al igual que en Guatemala es el más grave problema que la sociedad peruana soporta.

¿Cómo hará Ollanta Humala para mantener un balance, lograr que los dueños de la riqueza continúen su apoyo a la inversión y al desarrollo económico, lograr, como se ha producido en Brasil y en otros varios paí­ses, aumentar la clase media, mantener el empleo y ante todo aumentar el ingreso per cápita? Esas son las interrogantes del bien común.
Continuará.