Elecciones en Marruecos


Sufragio. Una mujer marroquí­ ingresa su voto en las urnas legislativas hoy de ese paí­s.

Más de 15 millones de electores en Marruecos están llamados hoy a elegir a los 325 miembros de la Cámara de Representantes, confirmaron fuentes oficiales en Rabat, en un paí­s donde la abstención es generalmente importante.


Los resultados del Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que parten como favoritos, y la tasa de participación, que fue sólo del 52% en 2002, son las principales interrogantes de este escrutinio, el segundo que se celebra bajo el reinado del rey Mohammed VI desde su llegada al trono, en julio de 1999.

El PJD confí­a en ser el más votado de los 33 partidos polí­ticos que se presentan, pero la sorpresa podrí­a venir de las zonas rurales, donde el Movimiento Popular (MP, centro-derecha), fusión de tres antiguas formaciones, cuenta con gran apoyo, principalmente en las regiones de habla bereber.

Tres partidos de extrema-izquierda formaron coalición para intentar mejorar sus resultados electorales. El lema de su campaña fue «la alianza de la izquierda» y estaba centrada en la necesidad de una reforma urgente de la actual Constitución, juzgada «antidemocrática».

«Cortemos el paso a los adeptos de la sombra y la decepción», titula Al Ittihad Al Ichtiraki, periódico de los socialistas de la USFP (Unión Socialista de las Fuerzas Populares), principal adversario de los islamistas del PJD.

Este periódico acusa a los «fundamentalistas de utilizar los principios del bien y de la beneficencia para comprar los votos de los electores»

Aparte del «desafí­o» de la tasa de participación, el diario independiente Al Massae teme una «balcanización» del mapa polí­tico.

«Los ciudadanos, con 33 partidos polí­ticos entre los que elegir en vez de 26 en 2002, tienen la impresión de que hay un gran conjunto de intereses y no de programas polí­ticos», especifica Al Ittihad Al Ichtiraki.

Por su parte, Le Matin, periódico cercano a la monarquí­a, considera que «la victoria de una u otra de las formaciones que se presentan será la victoria de la democracia y del Marruecos de Mahommed VI».

Por primera vez observadores internacionales supervisan unas elecciones legislativas en el paí­s, que serán también vigiladas por una red asociativa marroquí­ compuesta por 800 ONG.

Al Adala wa Attanmia, periódico del PJD, desea que la votación de este viernes se desarrolle con transparencia «para que, en el futuro, no se necesite recurrir a observadores extranjeros». «Su presencia entre nosotros demuestra la incapacidad de los participantes para asegurar la rectitud del proceso electoral», añade.

La elección se desarrollará por sufragio directo a la proporcional. Los votantes elegirán 295 diputados en 95 circunscripciones y otros 30 diputados en una «lista nacional» separada con el fin de asegurar una cuota de representación femenina.

Las formaciones polí­ticas participantes se dividen en tres grandes tendencias: los islamistas, entre los que se encuentra el PJD, los partidos de la actual coalición gubernamental y la izquierda no oficialista.

El próximo domingo serán anunciados los resultados del escrutinio. El nombramiento del primer ministro es competencia exclusiva del Rey, sin obligación de respetar los resultados de los comicios. El que sea nombrado por el Rey deberá entablar negociaciones con los partidos más votados para formar una coalición de gobierno.

El sistema proporcional en vigor no permite a ninguna formación gobernar con mayorí­a absoluta.

Abren colegios electorales

Los colegios electorales abrieron hoy a las 08H00 locales y GMT en Marruecos para los comicios legislativos, confirmaron fuentes oficiales en Rabat.

Unos 15,5 millones de electores están llamados a elegir a los 325 miembros de la Cámara de Representantes.

Los islamistas moderados del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) son los favoritos, según los sondeos realizados antes de la campaña.

Los 38.685 colegios electorales estarán abiertos hasta las 19H00 GMT. Los resultados definitivos se anunciarán el domingo.

En estos comicios participan 33 partidos polí­ticos y 13 listas de independientes.

El nombramiento del primer ministro es competencia exclusiva del Rey, sin necesidad de respetar los resultados de los comicios.

En caso de que el PJD gane las elecciones deberá conformar una coalición para gobernar ya que el sistema proporcional en vigor no permite a ninguna formación una mayorí­a absoluta.