Cerca de 12 millones de electores holandeses son llamados a votar hoy para renovar a sus 150 diputados, y el primer ministro demócrata-cristiano saliente Peter Balkenende es favorito para dirigir una cuarta coalición gubernamental.
El escrutinio proporcional de lista integral a una vuelta no permite el surgimiento de una mayoría absoluta y habrá negociaciones de coalición gubernamental después de la elección que pueden durar semanas o meses.
Matemáticamente, los sondeos anuncian una «gran coalición» demócrata-cristiana/laboriastas, el tipo de gobierno más frecuente en Holanda desde el fin de la guerra.
Según las últimas encuestas, el partido demócrata-cristiano CDA de Balkenende, de 50 años, ganaría unos 45 escaños, y el principal partido de oposición, los laboristas del PvdA de Wuter Bos, de 43 años, entre 31 y 39.
Las oficinas de votación abrieron a las 07:30 locales y cerrarán a las 20:00.
Las primeras estimaciones sobre la base de sondeos a boca de urna son esperadas para las 20:00, y los primeros resultados parciales alrededor de una hora más tarde.
El Partido Socialista (SP, extrema izquierda) parecía atraer los votos de protesta contra las reformas socio-económicas profundas que marcaron los cuatro años de gestión de centro-derecha.
Pero el voto por el SP también aparecía como sanción al PvdA, considerado demasiado cercano a la democracia-cristiana por los electores laboristas tradicionales, que temen una alianza.
El SP podría obtener hasta 23 escaños. Sin embargo, en las legislativas de 2003, cuando parecía contar con el favor de numerosos electores, esto no se había concretado.
Los analistas destacaron la gran convergencia de los programas del CDA y su aliado liberal (VVD) de la coalición saliente por un lado, y del PvdA por el otro.
Los «grandes» parecen así de acuerdo en continuar liberalizando la economía, pues las reformas emprendidas, impopulares en un primer tiempo, le valen a Balkenende un balance muy positivo: 3,5% de crecimiento en 2006 y un índice de desempleo de 5,2% entre julio y octubre.
El proyecto de ley de prohibición del velo islámico en público, propuesto el viernes por el gobierno, o las revelaciones de maltrato de parte de soldados holandeses a prisioneros iraquíes en 2003, apenas modificaron las intenciones de voto, según los sondeos.
La migración, el fracaso de la integración y las tensiones intercomunitarias, temas de debate después de los asesinatos del líder populista Pim Fortuyn en 2002 y del cineasta Theo van Gogh en 2004, estuvieron ausentes de la campaña.
Todos los partidos parecen estar de acuerdo en restringir la inmigración como lo hizo la controvertida y popular ministra Rita Verdonk.
No obstante, su partido aparece en baja. Los sondeos le predicen sólo 22 escaños, en lugar de los 28 conquistados en las últimas legislativas.
Esta baja de los liberales podría significar el fin de la alianza con los demócrata-cristianos.
Una alianza de los partidos de izquierda parece también poco probable, según los sondeos.
Una gran coalición entre los demócrata-cristianos y los laboristas, frecuente en el pasado, podría ser entonces la única solución.