Ya inició el período de campaña para la elección de Decano 2010-2014 de la Facultad de Ciencias Económicas, de la Universidad de San Carlos de Guatemala -Usac. Hasta el momento participan dos contendientes que, desde mi punto de vista, parecen coincidir en algunos puntos de sus propuestas.
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Por un lado, el licenciado José Rolando Secaida, actual Decano, busca su reelección para «consolidar», según exponen sus correligionarios, los «logros» alcanzados en los últimos años. Por el otro, el licenciado Miguel íngel Lira, tesorero del Consejo Superior Universitario -CSU- y decano de esta facultad en el período 1998-2002, busca «reencauzar» a esta unidad académica según le encomendó un grupo político interno.
Ambos candidatos son Contadores Públicos y Auditores y entre otras cosas relevantes, en varias ocasiones han sido designados por el CSU como representantes de la Usac en la Junta Monetaria (¿?).
La Ley Orgánica de la Usac así como su Estatuto dan lineamientos sobre la función de Decano que para fines prácticos se resume en actividad de tipo administrativo, que es al final de cuentas lo que será la persona electa: administrador de la unidad académica.
Pero además de representar y dirigir a su respectiva facultad, en el caso de Ciencias Económicas es necesario agregar -desde mi modesta opinión- un considerable conocimiento de la realidad económica del país. ¿Indispensable? No, pero muy deseable. Debido a que la problemática nacional pasa en primer término por el área económica y es desde esta facultad de dónde pueden y deben emanar propuestas de solución.
En relación al último período, ¿Hay avances? Mi respuesta es intermedia. Pero algo que no puede ignorarse es la creación del Plan Fin de Semana con dos de las tres carreras que se imparten en la Facultad, tema fundamental para quienes se han beneficiado con ese proyecto, pero también es una de las cuestiones que los candidatos proponen mejorar.
En definitiva, hay problemas en la Facultad a los que se debe buscar pronta solución, entre éstos: centros de documentación desabastecidos de bibliografía actualizada, sobre todo para estudiantes de Economía; lecciones inaugurales brillan por su ausencia; varios catedráticos que no dinamizan ni vinculan sus cursos con otras áreas de las carreras; ciclo lectivo corto en relación a contenidos que se deben abarcar; cursos que ya debieron desaparecer pues su contenido se evalúa en exámenes de admisión; hace tiempo no se leen comunicados de la Facultad sobre la problemática nacional, etc.
En fin, el espacio es corto para resumir cuánto se ha avanzado y cuánto hace falta. Por lo mismo esperamos debates serios y dinámicos, que den mejor perspectiva a la Comunidad Facultativa sobre cuál es el camino a seguir, para mejorar nuestro desempeño como miembros de ese gran colectivo en beneficio de nuestro país y región.
Por último, es necesario recordar a la Comunidad Facultativa meditar no sólo en tiempo de elecciones, sino en el diario quehacer académico de nuestra Alma Mater. Se debe proponer y exigir mediante la participación. Además, tenga presente la futura elección de Contralor, en la que su decano participará en la postuladora.